Bruno parecía no comprender la gravedad de su enfermedad y siempre que podía la jusgaba sobre los problemas que tenia a causa de su antiguo sobre peso y mucho más cuando estos problemas dañaban la relación, pensaba siempre en que dramatizaba todo a su conveniencia, que así podía manipularlo fácilmente.Ese día estaban en su apartamento, habían llegado después de festejar su cuarto aniversario, se la habían pasado bien, entre comida Italiana, la preferida de su novia, pero ahora era el momento de ponerse más románticos, Bruno estaba de rodillas junto a la cama completamente desnudo, mirando a Mía suplicante.—Al menos inténtalo. ¿SI? —Bruno le mostró las esposas—. Será divertido.—No lo sé, no me gustan. —dijo mientras se tapaba con las sábanas blancas de la cama, se sentía insegura cuando Bruno quería hacer esa clase de cosas.—Oh por favor mi amor. —Bruno se paró del piso y se inclinó sobre su cuerpo para empezar a besar su cuello lechoso, sin olvidarse por completo de las esposas q
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