Eva trató de recomponerse, la impresión había sido muy fuerte.—Consciencia mía, no es tiempo de estar molestando, lo pasado, pasado.La soledad le estaba pasando factura, seguía con los encuentros casuales, solo que con mayor precaución por lo que le había pasado.Alondra y Gabriel seguían muy bien en su relación, ella seguía con las inmunoterapias y le iba muy bien, se sentía completamente normal, cómo si no estuviera enferma, ella se quería embarazar, el médico le dio anticonceptivos, le dijo que podría hacerlo cuando ya estuviera completan sana.Un día, al salir de compras, se encontró con Eva, la mujer hizo tal escándalo, que llamó la atención de todos los que ahí estaban, los guardaespaldas no dejaron que la tocara.—Vaya sí que te cuida mi padre, a mí jamás me tuvo así de custodiada—No lo hacía porque era imposible que te cuidara de ti misma, arpía, no sé cómo pude ser tu amiga durante tantos años, eres un ser despreciable Eva—Mira quién habla, la zor*a que destruyó el matrim
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