Yo ya no distingo días de semana con fines de semana y feriados, mientras Brandon me hace reír, me abraza y me acompaña en mi vida. Yo siempre estuve sola, con mis propios problemas, pero Brandon es diferente. Es absolutamente generoso, aun cuando sé que tiene sus propios problemas, su trabajo, y muchas veces está al teléfono, discutiendo y hablando. Mi mundo es otro cuando él está, es un punto de inflexión en mi bienestar y en mi felicidad. Estoy en la cama con él, es tarde y estoy muy cansada, pero él no puedo dormir, hay cosas que lo están estresando últimamente, supongo que del trabajo, así que lo acompaño. Está acostado sobre mi pecho, cerca de mi hombro, mientras puedo sentir su suave respiración y como acaricia mi cabello, mechón por mechón, mientras mis manos pasean por su cuello y su espalda descubierta. Parece estar muy cómodo, le encanta estar así recostado en mi pecho y a mí me encanta tenerlo cerca. —¿En qué piensas princesa?— me pregunta él de repente. Yo le contesto s
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