11. Eva es muy tarde.
Jeremy jamás creyó que después de su trato, eso saldría tan bien, se había casado principalmente para que su hijo tuviera una madre, pero sobre todo, para castigarse, ahora lo veía, condenarse a no volverá amar jamás, porque ¿Qué persona se enamora de alguien con quien pacta un matrimonio de conveniencia?Era demasiado pronto para ponerle a aquello que él sentía la palabra amor, pero no lo era para asegurar que deseaba aquella mujer con todas sus fuerzas, que disfrutaba de su compañía y además fantaseaba con ella a cada rato, teniendo que aliviar a menudo a solas una erección de fácil endurecimiento constante.— Eva, es muy tarde, ¿Qué haces despierta?— preguntó llevando las manos por su cuerpo, amoldándose a sus curvas.—Estaba esperándote...— le respondió con voz suave, pero cargada de un delicioso erotismo que más que escucharlo parecía adentrarse en sus oídos y acariciar su conducto auditivo.Eva no desistiría a menos que él la rechazara de manera tajante, pero las manos de Jeremy
Leer más