Nunca disfrutó de estar en el punto de mira, durante toda su vida siempre deseó tener un perfil bajo, observando desde un segundo plano y en silencio todo lo que le rodeaba para evitar que le salpicase. Siempre fue de esos chicos que le entraba algo parecido a un ataque de ansiedad en el colegio cuando tenía que hablar en alto, obligado por un profesor que si bien su objetivo parecía ser aumentar la confianza en Nathan, solo conseguía crearle aún más pavor a la atención externa. Podía considerarse el ejemplo perfecto de un marginado social, pero un marginado voluntario, algo que le hacía sentir cómodo, al menos eso había conseguido ser la mayor parte de su vida y no se arrepentía para nada. Tener compañía y socializar jamás fue su punto fuerte, seguramente por eso encontró un agradable refugio en la fotografía, donde él nunca era el protagonista y se sentía a salvo tras el objetivo. Cómo siempre, observando. -No se te van a caer los anillos si sonríes, hermana - escuchó a Nata
Leer más