34. ¿ENAMORADO?
—Joshua, debe ser una broma —no tenía ganas de discutir con él. —No.—Cho, por favor —dije mirándolo mientras yo fumaba como loco. —No me hace caso —me contestó el asiático mientras terminaba de beber una cerveza. —Es la única manera, Ivar.—No, ya te dije que te puedo dar el dinero y...—¡No quiero el dinero de tu familia! —grito Joshua molesto y rojo de ira. —No es de mi familia, es mío del que he ahorrado con el tiempo —mentí, pero a medias. —Entiendo si ninguno me quiere ayudar, pero yo debo...—No debes, esto lo haces porque eres terco y bruto —Cho se puso de pie, ese hombre era grande, casi tanto como yo—. Prefieres ponernos a todos en riesgo, que aceptar una mano amiga. ¿Y sabes por qué lo haces?, porque sabes perfectamente que no te diremos que no. Ni este salvaje de Ivar, ni yo te vamos a dejar solo nunca.—Cho, por favor, no... —le estaba suplicando a Cho, pero Joshua no daba su brazo a torcer.—No Joshua, te he amado desde el principio, te he respetado y acompañado, cu
Leer más