ADAM.Era inexplicable la sensación. Ahora solo miraba a Liam dormir, y por alguna extraña razón quería que amaneciera rápido para poder compartir más con él. Conocerlo más, meterlo dentro de mí y que también conociera mis formas.Ansiaba que me llamara papá por su propio incentivo, y el alma se me estremecía de saber que, en algún momento, él me diría la palabra mágica.Te amo, papá…Tomé un suspiro pesado y acaricié su cabello. No podía explicar cómo me sentía, pero saber que existía una persona que provino de mí, era otro nivel, incluso estaba por encima de mí, de la misma Sara, y de todo lo que había conocido antes.—¿No puedes dormir? —la voz de Sara me alertó.No dormía con ellos, por supuesto. Sara iba muy lento en este proceso y yo estaba respetando el espacio, sin embargo, cada vez que podía, me escabullía para ver a mi hijo dormir.Caminé un poco lejos de ella y me fui a la terraza de la habitación mientras negué.—Quizás es el calor… —Mi hermana me había recomendado abrirme
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