Capítulo 34. Funeral y confesión. *Marco*.
La notícia de que mi hermano Savio había sido asesinado a manos de hombres de nuestros enemigos, los griegos, corrió como la pólvora por todo Nápoles. Justo antes de eso llegó a mi, por parte de mi hermano Adriano, quien me lo dijo devastado a través de una llamada triste. Tuve que dejar el hostal pagado y los papeles de la universidad a medio hacer, para salir corriendo con el vuelo más próximo a mi maldito hogar, Nápoles, y estar junto a mi madre y preparar el funeral. _Marco _ mi madre se lanzó a mis brazos, rota de dolor, nada más entré por la puerta de la nuestra enorme casa familiar. Estaba destrozada, nunca una madre debería pasar por algo tan doloroso. _Madre _ dije estrunjándola sobre mi fuerte pecho, y sentí sus lágrimas empañar mi camiseta blanca. _No puedo vivir con este dolor tan grande en el corazón. Yo no supe que contestar, no había respuesta posible y me quedé callado. Yo también estaba sufriendo, era mi hermano, había crecido junto a él, y a pesar de su person
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