Los pétalos de flores cubrían toda la entrada de la iglesia, esperando a que ella hiciera su gran aparición. Yo la esperaba al pie del altar, emocionado y nervioso; de repente empieza a sonar la marcha nupcial que me indica que ella ha llegado. Levanto la mirada, y en efecto, ahí viene ella, caminando por el pasillo al compás de la música, con su hermoso vestido blanco, y un velo que cubría su precioso rostro, a medida que avanzaba mi corazón se aceleraba, por fin estaríamos juntos, por qué yo la había elegido a ella y solamente a ella, a mi amor, mi único y verdadero amor, mi Chloe. Sin embargo, pasa el tiempo, ella sigue caminando, pero no llega a mi encuentro, algo pasa, así que la voy a buscar, no puedo esperar más para hacerla mi esposa, pero entre más camino, más se aleja, intento correr para alcanzarla, pues no puedo, no quiero perderla otra vez, corro más y más, hasta que por fin logro alcanzarla, tomo aire y la abrazo fuertemente, pido que prosigan con la ceremoni
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