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Todos los capítulos de El impermeable Rojo: Capítulo 81 - Capítulo 90
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80º Fue una "noche de perros"
Cuando me despierto en la mañana y bajo a la cocina a desayunar, me doy cuenta rápido de que la casa está sola, ¿dónde está mi abuelo? Ni siquiera hay una nota y se supone que él se había quedado anoche a dormir, ¿en qué momento se fue? Intento llamarlo, mas no responde, lo cual me preocupa un poco, pero es temprano, ¿habrá alguna razón para que no me atienda? No se habría ido al hospital solo, ¿no? Intento mantenerme tranquila y no dejar que mi cabeza enloquezca sola por mi estado ya de por sí alterado con lo de mi mamá, no obstante, es difícil. Lo que me dijo Rache ayer sobre mi salud sirvió de ayuda (un poco) para calmar mis ansias, el hecho de saber que no puedo enfermarme ya, que no importa si tengo ese gen en mi interior, jamás va a poder afectarme gracias a estar unidos, me quita una gran preocupación de encima, no obstante, no elimina todas y estoy que me muero de ganas de ir a ver a Casandra en busca de respuestas. A penas si pude dormir anoche, y solo por esa información
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81º Problema de cazadores
-Disculpe Luna, pero ¿me repetiría eso? -Te consulté sobre cómo se mata a un cazador. -¿Y por qué querrías saber eso, si puedo preguntar?La pregunta de Casandra era la misma que estaba por hacer yo mismo, porque lo que menos me esperaba que diría mi compañera, sería querer averiguar el como asesinar a una “persona”. -Porque estoy harta de su supuesto acecho y, con la herida que tiene Rache en el rostro, esa es la gota que derramó el vaso. Se metió con mi compañero, más de una vez, y lo hirió. No voy a perdonarlo, y quiero que pague por lo que ha hecho. Incluso quiere encontrar la manada para hacerla pedazos, no voy a permitir que tenga la oportunidad de algo así. -Suenas decidida, Luna.-Completamente. -¿Algo que quiera decir al respeto, Alfa? -A decir verdad, sí: no quiero a mi compañera cerca de ese maldito. Su rostro, al escucharme, se contraen en una mueca de ira, la cual entiendo, cree que estoy siendo sobreprotector o que no la estoy dejando defenderse otra vez, no obsta
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82° ¡ALÉJATE DE MÍ!
Cuando llego a casa, mi abuelo está preparando la cena para los cuatro, porque se supone que mi madre volverá hoy y nos enteraremos de los avances con respecto a su salud. Lo más probable es que ya tenga una fecha de operación, o como mínimo, los estudios previos en marcha para ver su estado general. Yo sé que Casandra tiene mucho que buscar, que no va a ser de hoy para mañana, por lo que es posible que, por lo menos, la cirugía se lleve a cabo, lo único que me interesa es que sufra lo menos posible y que, sea lo que sea que tenga que pasar, sea definitivo, que lo que ella encuentre sea permanente para evitar que mi madre enferme nuevamente.Solo rezo porque ese sea el resultado final, nada más.Intentando no pensarlo mucho, me acerco a él y veo que está cortando verduras, por lo que saco otra tabla y otra cuchilla y me pongo a su lado a ayudarlo.-¿Qué estamos preparando?-Estofado de ternera. Hasta que lleguen tendremos tiempo suficiente para que la carne se tiernice, por lo que mej
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83° Lo que acecha en las sombras...
Ir a ver a mi compañera en la mañana para comprobar su estado, me había parecido la mejor de las ideas, hasta que estaba llegando a su casa y me encuentro con el maldito de su supuesto amigo besándola a la fuerza...Y Jhoana, como siempre, me sorprende antes de que pueda hacer nada, porque justo cuando el gruñido feroz escapa de mi boca y estoy por arrojarme sobre él, la veo soltarse y hacerle una toma, la cual lo deja directo en el suelo de espaldas, obviamente robándole el aire de los pulmones. Lo siguiente es verla voltearlo para que quede de pecho contra el asfalto y su brazo tras su espalda, su rodilla apretando con fuerza contra la parte media de su columna.Escucho el quejido del infeliz, y veo el enojo en el rostro de ella antes de acercarse a su oído y hablar amenazante. Caperucita en serio me sorprende a veces, porque no puedo asegurar que, de ser él, no me asustaría, o incluso sin serlo me preocupa...-Quiero que me escuches bien lo que voy a decir ahora mismo, porque no vo
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84° Venganza
Gruño furioso por dentro, porque no puedo creer la mala suerte que tengo justo ahora. No fue suficiente lo que pasó con el amigo de Jhoana, que ahora también tengo que lidiar con él. ¡MALDITA SEA MI SUERTE! Inmediatamente me coloco como escudo de mi Luna y reviso el entorno, encontrando al menos diez pares de ojos que me observan desde la maleza y uno puntual que se acerca, dejándose ver por fin.Cabeza rapada completamente, ojos de escleróticas enrojecidas, piel cenicienta y manchas de sangre y quién sabe qué más manchando su rostro, manos y ropa.-¿Te sorprende verme, Rache?-No, solo me desagrada, ¿qué demonios quieres, Firtus?-Lo sabes perfectamente, no te hagas el idiota ahora. Mataste a Louan, sabiendo lo que estaba sufriendo me desterraste a mí, y ahora que por fin encontraste a tu compañera, voy a poder tener la satisfacción de poder devolverte el favor y lograr que sientas lo mismo que yo cuando su corazón se detuvo por culpa tuya. -Se lo merecía, fue juzgada y encontrada c
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85° Mala idea, lobito...
Tenían que ser ellas, ¿cómo no? Hay gente que no entiende ni siquiera a la fuerza. ¡Maldita sea! El gesto de molestia de Rache es igual al mío, deja claro que está tan furioso como yo por semejante insubordinación, porque esto es un claro desafío a su autoridad. Lo veo respirar profundo, en un claro intento de mantenerse bajo control y sus ojos brillan, lo que implica que está furioso. Ok, esto no va a terminar bien... para nadie. En menos de lo que dura un latido de corazón, el lobo al que llamó Firtus ya no está retenido por los guerreros, sino que está alzado en alto por lo menos treinta centímetros (o más) del suelo, su rostro enrojeciéndose por la presión de la mano que hay alrededor de su cuello. Veo incluso hilos de sangre deslizándose por la piel de ambos, lo que implica que sus garras están desplegadas y enterradas en su carne, y hasta los colmillos sobresalen de su boca. Sip, está furioso. -¿Estás diciendo, que esas dos te mandaron a eliminar a mi compañera? ¿Aún sabiendo
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86º Un castigo cruel y ejemplar
Ahora mismo, luego de la provocación que le hice a mi compañera, estoy reconsiderando quién castiga a quién. Sabe cómo volverme loco, que botones en mí presionar para conseguir doblegarme, y es mi culpa, porque creo que yo me la busqué. Ahora tengo que esperar a encargarme de las gemelas para poder castigar a mi compañera como le advertí que lo haría si se lastimaba.Quiero gruñir furioso por tener que postergar el placer con ella, por un par de estúpidas a quienes quiero matar por haber mandado a hacerle eso a mi compañera. Como sea, bajo a mi oficina para no seguir en el mismo espacio que mi Caperucita, para evitar que la tentación me venza y mande todo al carajo, con la posibilidad de que ellas intenten escapar y me adentro en el espacio, encontrando a dos guardias apostados a ambos lados de las lobas apresadas, quienes están arrodilladas en el suelo con las manos sujetas en sus espaldas y las cabezas agachas, o a menos es así hasta que me ven. Sus rostros muestran que, clarament
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87º Determinaciones del ADN
Sentada en la oficina de Rache una vez más, me muerdo las uñas con nerviosismo mientras espero a que Casandra aparezca. Parece que finalmente encontró algo y no puedo esperar a que llegue. Pasó casi una semana desde que las gemelas fueron enjuiciadas y castigadas, y aunque su familia protestó por esto, cuando las evidencias se mostraron y dejaron claro que ellas habían cometido traición, ninguno puso ninguna pega a lo que se dictó. Obviamente era una locura intentar defender lo indefendible, después de todo, si insistían mucho (no digo que fuera a pasar) quizás podrían verse afectados ellos por las acciones de sus hijas, sobrinas y no sé qué más. Ir en contra de los dictámenes del Alfa, sobre todo cuando es un acto directo contra él o contra la Luna lo que se está juzgando, es posible considerarlo traición. Nadie quiere caer en eso porque, los castigos, suelen ser muy graves.Como sea, una semana y un poco más y, gracias a Dios, la Bruja parece tener algo que ayude a mi madre, eso es
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88º Porque te amo
En cuanto llego a la Casa de la Manada luego del entrenamiento, voy directo al cuarto para darme una buena ducha. La toalla que llevé al campo está completamente empapada, ya ni seca de lo mojada que está, y con el sol y calor que hubo hoy, no me sorprende en lo más mínimo: sus rayos contra la piel eran como agujas.Respiro profundo y subo los escalones de dos en dos, esperando encontrar a mi compañera aquí, mas cuando cruzo la puerta, no hay siquiera rastros de ella, ¿dónde está? Le dije que cuando volviera, la llevaría a su casa, ¿se fue sola? No es tan tarde como para que no pudiera esperarme, ¿o habrá ocurrido algo?No, si algo hubiese pasado o ella hubiese decidido irse, Andrew me habría avisado. Una olfateada a mi persona, me dice que será mejor que me dé un baño rápido antes de ir en su busca y, casi arrancando los pantalones deportivos, me meto en el baño y directo a la ducha, deteniéndome un momento al sentir el aroma perfumado y delicado del jabón de mi Caperucita, el cual
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89º Elixir de vida...
-Bien, aquí tiene Luna, esto hará que su madre sane sin duda alguna. Casandra me entrega un vial de cristal grueso, que en su interior, guarda unos cuantos mililitros de un líquido azul brillante. Veo incluso algunos como destellos entre el color, que se mueven y flotan lentamente, recordándome un poco a una noche estrellada reflejada en el océano. Mi mano se cierra con fuerza alrededor del frasco y siento un poco de la tensión de mi cuerpo escaparse lentamente, como si el solo tocarlo (sin siquiera estar cerca de mi madre para dárselo) fuera suficiente para convencerme de que estará todo bien. Una sonrisa de agradecimiento estira mis labios de forma involuntaria y observo a la Bruja con la felicidad burbujeando en mi interior. -No tienes idea de lo mucho que significa esto para mí y cuánto te lo agradezco. Mi madre, a pesar de lo difícil que puede ser a veces, es una de las personas más importantes para mí y no puedo imaginar mi vida sin ella, al menos, no por ahora. Sé que ocurri
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