YUSLEVI.Habíamos decido pasar juntos la tarde en su mansión, viendo películas, acostados en su gran cama, estaban pasando comerciales cuando me llegó un mensaje de Ares. Lyon y yo pocas veces peleábamos, el alemán era bastante pacifico en ese aspecto pero algo que solo lo estaba poniendo muy malhumor y era mi amistad junto con los constantes mensajes que me mandaba su primo Ares. —¿Qué tanto hablas con él? —preguntó furioso mientras yo respondía el mensaje. —¡Ay, no! ¿Ya vas empezar con tus celos posesivos? No mames, me encantas cuando estas celoso, sigue, sigue, —dije con una sonrisa poniendo encima de él haciéndolo reír.—Estás loca. —Pero por ti alemán —le di un besito en sus labios que sabían a las palomitas con mantequilla que habíamos comido hace un rato. Lyon nos hizo girar en la cama, terminando encima de mí, cuando separo nuestros labios nos miramos a los ojos y se veía tan lindo. —Yusle me mata que hagas esa carita de perrito enamorado pero eso no me hace olvidar que m
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