Francis estaba atendiendo a algunos clientes en el pueblo cercano ese día. Y tenía proyectos atrasados, lo cual era común. Estaba lista para terminarlos definitivamente, pero Francisco estaba muy agitado. Si no era suficiente para él correr por la casa, tenía a los perros ladrando. De hecho, este era su juego favorito: corría mientras las bolas de pelo intentaban atraparlo.Seguro de que no podía hacer otra cosa, invité:- Francisco, ¿qué te parece jugar en la plaza?- Sí, sí, sí... - Saltaba hacia la habitación, ya separaba unos muñecos, unos carritos y vestía su traje de superhéroe favorito .Lo ayudé a vestirse apropiadamente, ya que había puesto sus piernas en sus brazos y ya se estaba molestando. Pronto subimos al auto, con las manos llenas de bolsas de juguetes.- Mamá, pon nuestra música. – preguntó, tan pronto como encendí el auto.Me puse Tu Amor. Empezó a cantar enseguida. Pronto me escuché siguiéndolo. Sonreí, viéndolo en el espejo retrovisor inventando palabras al ritmo de
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