- Marcelus... Por favor, deja ir a mi chico. - Pregunté, en un hilo de voz.- ¿Por qué haría eso, hermosa Virginia? - él se rió. - Pero mátame una curiosidad: ¿es alérgico?No dije nada. Tomó el arma y apuntó al suelo:- ¿Quieres que se lo enseñe a Francisco? ¿O debería llamarlo Francisco? Hola Francis, ¿ese es tu apodo?- No. Se encogió de hombros mientras imitaba la voz del títere, haciéndolo volar en sus brazos. – Francisco es mi padre. - hizo la voz de un superhéroe .- ¿Dónde está Francisco? - preguntó Marcelo. “No puedo creer que se vaya a perder la mejor parte de la fiesta.- ¿Qué quieres, idiota? – preguntó michelle.- ¿Es por allí? Me apuntó con el arma. - Sólo eso. Podría verte... Después de todo, fue mamá quien hizo publicidad de la chica buena, ¿verdad?- ¿Crees que te saldrás con la tuya esta vez? - ella preguntó.- No... No soy como tú, Michelle. Te saliste con la tuya. Pagué por lo que hice. Perdí el derecho a practicar. ¿Adivina que? Me mudé a otro país para poder ejer
Entre un cambio de pañales en el baño de mujeres y una rápida follada en el de hombres, comenzó nuestra canción. Ya estábamos completamente agotados cuando nuestros cuerpos se encontraron en la pista de baile.- Creo que el próximo año no bailaré Tu Amor. - Yo hablé.- ¿Porque? - él se rió.- Porque ya no soporto esta música de día y de noche. Yo también comencé a reír.- ¿Quién hubiera pensado que nuestra música sería la favorita de nuestros hijos?- Puedo apostar que todo esto es obra de Irina.- Ah, no tengo dudas. Me levantó, dejando su vientre entre nosotros.Lo miré a los ojos y sentí el mismo amor que cuando bailábamos la misma canción hace diez años, unidos por una voluntad completamente absurda.Alisé su nunca y dije:- Te amo, bombón de Francis.- Te amo, Vi hot... Y madre de mis tres hijos.Me reí:- ¿Te imaginabas que algún día pasaría todo esto?- Que te haría el amor sí... Porque ya lo hice con tus fotos.- Depravado... Pervertido.- Pero confieso que tenía miedo de tene
UNOS AÑOS ANTESFrancis y yo mirábamos la televisión mientras mi madre preparaba la cena. Liam, mi hermano, estaba con nosotros en la sala, pero concentrado en sus libros. Siempre estuvo muy centrado en sus estudios. Mi madre no permitió que fuera diferente. Era el niño que se haría rico estudiando y siendo alguien en la vida. Sería rico porque me casaría con un hombre millonario.Una brisa fresca entraba por la ventana. Me levanté y subí a mi habitación y agarré una manta delgada. Se la lancé a Francis, que la abrió y nos cubrió.Mis padres estaban hablando en la cocina, pero yo no estaba prestando atención. Estaba obsesionado con la serie que más amaba, que se mostraba en la televisión.Cuando me di cuenta, mi madre retiró las sábanas, dejándome con las rodillas levantadas mientras mis manos lo sostenían. La mire confundida:- Yo estoy con frío.- No hay forma de cubrirse con Francis.Francis miró a mi madre, arqueando una ceja confundido:- No entendí.- Te estoy impidiendo tener c
Cinco años despuésLa prueba no fue difícil. Aunque no estaba seguro de todas las respuestas, creo que acerté en la mayoría. Fui el penúltimo en salir de la habitación y entregar la hoja con la plantilla.Tan pronto como salí por la puerta, Francis me estaba esperando afuera.- Pensé que nunca más te irías. dijo, ofreciéndome una caja de chicles.- No... - Me negué, notando que a medida que pasábamos, todas las mujeres, sin importar la edad, seguían mirándolo.- ¿Le resultó fácil la prueba?- No fue difícil. ¿Y qué encontraste?- Creo que seré un buen "abogado" en el futuro.- ¿Los que no están convencidos? – me burlé.- ¿Qué tienen en común un abogado y un biólogo? preguntó, empujando mi cuerpo con el suyo.- ¿Esto es una broma?- Claro que no. Pensé que responderías “una amistad eterna”.- Ahórrame, Francisco. Rodé los ojos. – Por cierto, ¿viniste con los brazos extendidos solo para llamar la atención?- No solías ser tan aburrida, Vi.- Estoy realmente hambriento. Me da rabia y lo
Dorothy Falco era rubia y su cabello le llegaba más allá de los hombros, más claro que la miel. Sus ojos eran azules y siempre los marcaba con mucho delineador negro. Creo que nunca la había visto sin delineador ni rímel... desde que tenía doce años, creo.No era alta, pero tampoco era apta para ser baja. Yo era más alto que ella. Ella era delgada. Y completamente antipático. Su nariz era delgada y ni siquiera se había hecho un procedimiento cosmético, como yo. La boca era carnosa, sin botox, creo. De todos modos, ella era natural... Si no del todo, casi al cien por cien.Suspiré. Todos en el pueblo sabían que yo iba al cirujano una vez al año para “arreglar” cualquier cosa que no estuviera en armonía con mi cuerpo y mi cara. Lo bueno fue que no me lo echaron en cara. No sé si por miedo a mi madre oa Francis. De todos modos, en la adolescencia tuve un cierto prejuicio contra mí misma y llegué a estar un tiempo retraída por vergüenza, sobre todo después de haberme puesto implantes de s
Nunca en mi vida había visto una polla tan pequeña. Ni siquiera sabía que podía existir. Completamente desproporcionado para el tamaño de ese hombre.- ¿Todo bien? preguntó, sonriendo con confianza.Me puse la mano en la cabeza y dije:- Me golpeó en la cabeza...- Te haré sanar. Él sonrió, tratando de ser seductor, mirando mis partes íntimas como si quisiera devorarme.Joder, estoy bajo la lluvia, me voy a tener que mojar. No juzgaré por el tamaño, pensé. Él sabrá cómo trabajar bien con otros dispositivos.Se acostó encima de mí y me besó de nuevo. Intenté quitarme la camisa, pero no se rompió.Recibí su lengua sedienta mientras sus manos iban a mis nalgas, acariciando no suave y lentamente, ni agresiva o violentamente. En el medio, que no me inspiró en absoluto.Empecé a acariciar su cuerpo musculoso y duro y cuando lo vi me estaba penetrando. Ni siquiera estoy seguro de haberme excitado lo suficiente como para lubricarme. Pero al mismo tiempo, su pene era tan pequeño que ciertament
- Sabes que no me enamoro. – aseguró.- Sabes que un día esto sucederá. - Respondí.- ¿Y si es por Dothy? – se rió, mostrando los dientes perfectamente alineados y blancos en la boca con labios en medida, ni grandes ni pequeños.- Podría ser cualquiera menos Dothy.Sacudió la cabeza y no dijo nada. Me acosté, sintiendo su corazón latir. Francis era la persona que más amaba en el mundo después de mis padres y mi hermano. Una vez pensé que me gustaba más que nadie. Después de todo, mi familia no era fácil y cada uno vivía su vida de forma independiente, pero obedeciendo los preceptos y deseos de mi madre, si no querían ser masacrados.Pero Francis se preocupaba por mí. Tal vez porque su familia se preocupaba por él. Tuvo padres maravillosos que siempre lo pusieron primero.Su camisa estaba arrugada y su cuello olía a Dothy. Ha estado usando el mismo perfume toda su vida, así que me mantendría alejado de ese olor. Pero, ¿cómo escapar de Francisco?Francis era alto, fuerte, moreno y guapo
Eran exactamente las siete de la mañana cuando mi madre me sacó de la cama empujándome de un lado a otro gritando:- Despierta Virginia. Necesitas ocho horas de sueño al día. Menos que eso da ojeras y más es tiempo perdido.Me levanté, sin quejarme, y me dirigí a la ducha mientras ella elegía mi atuendo. Mientras me enjabonaba y dejaba que el agua fría me despertara por completo, se recostó contra la puerta, cruzándose de brazos:- ¿Hasta qué hora te quedaste con Francis ayer?- No vi a Francis ayer. - Dije la verdad. – Yo estaba con Andrea. De hecho, vi a Francis un par de veces esta semana. Ha estado ocupado.- Es bueno que uno de ustedes esté ocupado.- Trabaja... - respondí.- Con el padre, que no vale nada.- Y no trabajo... Porque no me dejas.- No puede conciliar horas de trabajo sin ser modelo.Suspiré y cerré la ducha, secando mi cuerpo.- Probémonos tu vestido para el Spring Fling.- Pero... ni siquiera lo vi.- Ya he elegido. Solo probarás.- Pero...- Tu ropa está sobre la