[No, pero es molesto. Aun así, no es necesario que vengas a ayudarme a echar al perro]. [¿Estás segura que no quieres que te ayude? Porque puedo acercarme ahora mismo]. Alexander estaría más que feliz de ir, y aún más ansioso por anunciar su relación al mundo. [¡No! ¡No, gracias! ¡Me niego!], repitió Lily tres veces, y él se rio a carcajadas. [¡Estaré a tu disposición cuando quieras!], respondió Alexander. Por supuesto, era imposible pedirle ayuda, y además Nathaniel no se atrevería a hacer algo en un lugar público como este. Sin embargo, oír esas palabras de Alexander hizo que Lily se sintiera tranquila, y sonrió dulcemente.Al verla sonreír, Nathaniel se sintió un poco mareado por un momento. Dada su larga historia juntos, estaba acostumbrado a tener a Lily a su lado. Se había acostumbrado a su ajetreado horario en el laboratorio y verla usando ropa de trabajo a diario, a los peculiares aromas que impregnaban su cuerpo y a su expresión y tono implacables. Sin
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