“¿Cómo lo supiste?”. Lily sonrió y tomó asiento frente a Alexander. Sus manos sostenían sus mejillas mientras lo miraba. “¿Acaso hay algo que no sepas?”.

Alexander vertió lentamente agua caliente de la tetera en las tazas de té mientras decía: “Hay muchas cosas que no sé. Por ejemplo, ¿cuándo estarás dispuesta a hacer pública nuestra relación?”.

Su mirada seria hizo que Lily soltara una risita. “Querido Señor Russell, usted es conocido por ser una persona discreta. ¿De verdad quiere anunciar nuestra relación a todo el mundo?”.

“Solo intento pasar desapercibido para ciertas cosas”. Puso una bolsita de té en la taza de Lily y la deslizó por la mesa hacia ella. “Si se trata de nuestra relación, ¡quiero que se entere tanta gente como sea posible!”. Alexander quería decirle al mundo entero que Lily era la mujer que amaba y que le pertenecía. Nadie podría arrebatársela jamás. Lo más que podían hacer era sentir envidia.

Lily bajó la mirada y cogió el asa de la taza. La felicidad llenaba s