CAPÍTULO SESENTA Y CINCOAiden a regañadientes aceptó hacerse el tratamiento, por lo que su rutina comenzó con una dieta mediterránea que contenía frutas, verduras, legumbres, frutos secos y pescados ricos en omega 3. Tomaba suplementos alimenticios de vitamina E, zinc y selenio e iba dos veces a Karate.También evitó todo tipo de alcohol y la ropa ajustada, ya que el doctor le explicó que era importante no elevar la temperatura testicular, para que así la formación de sus espermatozoides fuera en óptimas condiciones.Por otro lado, Emily comenzó con las inyecciones y medicamentos de estimulación ovárica. Asistió a la clínica de fertilidad tres veces en la semana para control y así comprobar el crecimiento folicular, a través de ecografía transvaginal y exámenes de sangre.Ella intentaba de seguir su rutina normal, sin pensar en el tratamiento, por lo que se enfocó en trabajar y potenciar su empresa, pero ese día recibió una llamada de Leah, avisándole del último paso que debía realiz
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