—Dejalo estar, no voy a acostarme contigo ya.—Vamos Reese, sé que no tienes a una hembra, quizás si tengas cachorros, pero no significa que sea algo serio... además, pasé a ver a las nodrizas y no han llegado cachorros nuevos a ellas, eso quiere decir que estas mintiendo.—No estoy mintiendo Nataly, no los hemos llevado, que es diferente.Escucho como alguien se levanta de la cama, miro hacia las orillas de la cama y veo los pies de él, luego se agacha y me mira de una forma intensa, haciéndome un movimiento de cabeza, indicándome que salga. Yo abro los ojos de par en par y le señalo a nuestras crias, que están durmiendo.—Sé que están durmiendo, pero... ¿Podrías venir? Por favor.Resoplo con fuerza y me levanto con mucho cuidado, procurando no despertarlos. Camino hacia él con cautela y me quedo todavía debajo de la cama, pero cerca de él, esperando a que me diga algo.—Vamos Donna, sal.Niego con la cabeza y me acuesto enfrente de él, dándole a entender que no pienso dejar solos a
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