—Ha estado en el gimnasio toda la mañana y no ha desayunado, es por eso que le dije que se fuera... cuando está de mal humor, no es alguien agradable, creeme.Karla se une a nosotros y se queda haciendo cola a mi lado. Cuando por fin es nuestro turno, un increíble deja vú ocurre, Bianca me empuja, pero yo le doy la espalda para que no golpee a mis crias.—Apartate, que no estoy de humor....Decido no contestarle y hacerme a un lado, al notar que no le digo nada, me voltea a ver con el ceño fruncido, sus ojos enseguida se posan sobre mi bolsita delantera, curva los labios en forma de desagrado y me observa con detenimiento.—¿Qué tienes ahí, rarita? No me digas que necesitas un peluche para la depresión— Dice en tono burlón mientras se acerca a mí.—No es asunto tuyo, agarra tu comida y dejame tranquila.Ella bufa con incredulidad y en un abrir y cerrar de ojos, me encuentro forcejeando con Bianca, que insiste en querer ver que tengo ahí escondido, veo como sus manos se aferran a la bo
Leer más