El carro de mis padres se detiene a cierta distancia de nosotros, ellos bajan del auto y me apresuro a ellos, emocionada de verlos por fin. Mi madre me toma entre sus brazos y me abraza con todas sus fuerzas, yo evito que apretuje a mis pobres crias.—¡DONNA! — Me grita al oído. —¡MADRE GAIA, BENDITA SEAS POR CUIDAR DE MI CRIATURA!—No hace falta que me grites al oído mamá... te escucho a la perfección— Le reprocho con dificultad, ya que me está estrujando con bastante fuerza.—No me lo puedo creer.... ¿Ella... es tu cría?Madre al escuchar la voz del Alfa se encrespa, poniéndose delante de mí.... como si tratara de protegerme de un depredador. Le tomo del brazo y tiro suavemente de ella, esperando a que salga de su enojo, pero eso no ocurre, ella realmente me está protegiendo de él.—No te enojes Yune, de hecho.... soy yo el que debería estar enojado ¿No te parece? — Los ojos del Alfa se posan sobre mi padre, que está parado a lado de nosotras, no me había fijado de que él estaba ya
—¡Pfff! — Exclama mi madre. —¡Claro que no! El amor vino MUCHOS años después, pero al inicio no fue así, debido a esto, decidimos irnos en ese mismo momento, sabíamos que habíamos roto un juramento hacia la aldea.—Y estuvimos huyendo por muchos años, luego llego nuestro primer hijo, tratamos de pasar desapercibidos, pero es bastante difícil, en especial cuando nuestros hijos tienen muy impregnado el olor de sus padres en los primeros cinco años de vida.Me quedo completamente estupefacta al escuchar eso y yo que creí que ellos estaban completamente enamorados cuando se conocieron, pero no.… incluso el alfa pensó que estaban enamorados en secreto, que gran sorpresa me he llevado, ahora entiendo porque se están riendo de mí, he cometido el mismo error que ellos... que... curioso, por decirlo de alguna forma.Madre acuna mi rostro con sus dos manos y me dedica una sonrisa maternal muy cálida, luego acaricia mis mejillas con sus dedos pulgares y besa mi frente, mi papá hace lo mismo. Sie
Volteo a verla con incredulidad y suelto una pequeña risa, pareciera que mi amiga no me conoce, pero sé que lo dice para darme ánimos. Ambas soltamos un ligero resoplo y regresamos la vista al frente, para encontrarnos con una enorme casa, en la entrada hay dos guardias que dejan pasar sin problemas a los chicos, pero cuando nos ven, nos miran con desconfianza, Reese les dice que venimos con ellos y nos dejan pasar, pero noto que nos siguen mirando con harta desconfianza; ahora entiendo porque es difícil acercarse a una aldea de estas, desconfían de cualquiera que no sea parte de la tribu o de alguna tribu hermana, no creo que pueda acostumbrarme a vivir en este lugar.... quiero volver a casa.Mientras andamos por el gigantesco lugar, me doy cuenta de que estamos en un enorme espacio abierto, enfrente de nosotras se encuentra una alargada mesa de madera bastante rustica, las sillas se ven viejas, pero todavía aguantan unos años más.—Es la sala del consejo, aquí nos reunimos cuando ha
Ambos se miran de una forma desafiante, padre extiende su mano hacia él y mi tío acepta sin dudarlo, volteo a ver al Alfa, esperando a que diga algo, que los detenga o que haga algo de Alfa, pero a él le brillan los ojos de una forma intensa; es verdad.... sus ojos son igual de claros que los de Reese. Una sonrisa llena de satisfacción adorna sus labios, hasta ahora me doy cuenta de que tiene una cicatriz en ella.—Entonces está decidido, habrá un duelo de poder, mi ex Beta Einar contra mi Beta actual Niels, que gane el mejor.Madre me toma del brazo con suavidad y me aleja del lugar, llevándome a una de las esquinas fuera del rectángulo que se forma gracias a los pilares. La sala de conferencias se ha vuelto ahora una arena, mi padre se quita la camisa, dejando ver su torso lleno de cicatrices, miro de reojo a mi mamá y se muerde suavemente el labio inferior, pongo una expresión de asco al ver esto.—¡Mamá! — Exclamo en voz baja, esperando a que ella salga de su trance.—Cielo.... tu
—Te dejaría de tratar como uno si te comportaras como un adulto. —Detesto que me hables de esa forma, siempre has sido así, no es que seas mi hermano mayor. —Nací veinte minutos antes que tú, así que si.... soy tu hermano mayor. Por alguna razón, su conversación me recuerda mucho a las que yo tenía con mi hermana, esas típicas peleas entre hermanos. Espero que esto signifique que las cosas entre ellos se hayan tranquilizado y no estén discutiendo más. —Tienes el ego inflado, te pusiste peor cuando fuiste elegido como el Beta de Licacón. —Era un recién nacido cuando eso pasó— Ríe entre dientes. —¡Por eso! — Exclama de forma divertida. —Siempre fuiste el consentido de nuestros padres. —¿Qué dices? Todo el tiempo me la pasaba entrenando, apenas iba a la casa y si no estaba entrenando me encontraba cazando con Licacón, reconociendo terrenos, peleando con algún infectado.... casi nunca estaba en casa. —Por eso no sabes lo orgullosos que estaban nuestros padres de ti, es por eso que
—Si, bueno... — Contesto con algo de dificultad. —Por cierto ¿Dónde puedo ir para darle de comer a nuestras crias? Ya se están empezando a mover.Le enseño a Reese nuestros cachorros, que están empezando a buscarme para que les dé de comer. Me toma del brazo y tira de mi con suavidad, haciendo que regrese al interior del edificio, pasamos la enorme sala de conferencias y nos adentramos más en el lugar, luego subimos por unas escaleras bastante grandes, en las paredes hay retratos del alfa, su esposa, sus hijos y del que me imagino fue el anterior líder.Me tengo que agarrar de las ropas de Reese para no caerme de las escaleras, ya que estoy demasiado entretenida viendo la gran cantidad de fotos y pinturas que hay colgadas en la enorme pared. Ellos realmente provienen de un largo linaje de líderes, es bastante impresionante.Llegamos hasta el final de las escaleras y sin soltarme de su ropa, me guia por un largo pasillo, ver tantas puertas cerradas me da un poco de ansiedad y algo de c
—Dejalo estar, no voy a acostarme contigo ya.—Vamos Reese, sé que no tienes a una hembra, quizás si tengas cachorros, pero no significa que sea algo serio... además, pasé a ver a las nodrizas y no han llegado cachorros nuevos a ellas, eso quiere decir que estas mintiendo.—No estoy mintiendo Nataly, no los hemos llevado, que es diferente.Escucho como alguien se levanta de la cama, miro hacia las orillas de la cama y veo los pies de él, luego se agacha y me mira de una forma intensa, haciéndome un movimiento de cabeza, indicándome que salga. Yo abro los ojos de par en par y le señalo a nuestras crias, que están durmiendo.—Sé que están durmiendo, pero... ¿Podrías venir? Por favor.Resoplo con fuerza y me levanto con mucho cuidado, procurando no despertarlos. Camino hacia él con cautela y me quedo todavía debajo de la cama, pero cerca de él, esperando a que me diga algo.—Vamos Donna, sal.Niego con la cabeza y me acuesto enfrente de él, dándole a entender que no pienso dejar solos a
—Porque así se dieron las cosas, dejalo estar.—¡Por todos los espíritus! No me lo puedo creer.... es que.... ¡No lo entiendo!—No hay nada que entender y deja de estar gritando, que mis cachorros están durmiendo.Toma a mi prima del brazo y la lleva fuera de la habitación, ella no para de gritar varias cosas, prefiero ignorarla... no creo que sea bueno para mí escuchar sus resentimientos. Veo como Reese cierra la puerta para luego ponerle seguro, se gira sobre sus talones y suelta un fuerte resoplo.—Al menos tendrán que tocar a la puerta antes de entrar…. lo que menos necesito y quiero es a mi madre entrar por esa puerta en compañía de ella, gritándome por algo que no se va a cambiar.Le doy la espalda y suelto un ligero suspiro, dejando caer los hombros de una forma un poco resignada, escucho como él camina hacia mí, deteniéndose a mis espaldas. Sospecho que toda esta situación lo ha dejado bastante tenso y no es para menos.Repentinamente siento como él se mete entre la sábana, es