Mientras andamos por el pueblo, las personas nos miran de una forma extraña, esto hace que me aferre al brazo de mi hermana con fuerza y mi cuerpo no deja de temblar del miedo, sentir todas esas miradas me estresan demasiado.—Tranquila Donna, es a mí a quien ven raro, soy la que trae el olor nuevo.—Quizás, pero de igual forma no me gusta, ya sabes cómo me pongo con esas miradas.Ella se ríe levemente y me abraza con fuerza, soltando pequeños bufidos divertidos, como cuando éramos niñas; me gusta llevarme bien con mi hermana. Una vez que llegamos al lugar donde se encuentran le preguntamos a alguien por mi madre, ella al escuchar su nombre suelta una pequeña risa mientras niega con la cabeza, parece ser que mi madre ha estado haciendo de las suyas.La mujer nos lleva hasta donde se encuentra mi madre, ella está hablando con una de las nodrizas y mi suegra la mira de forma reprochadora, pero no le veo nada de malo ya que ellas están haciendo su trabajo mientras hablan, parece ser que
Al escuchar lo que ha pasado, ella suelta un fuerte resoplo y se soba las cienes, diciendo algunas palabras entre dientes, para al final calmarse y dejar salir un fuerte gruñido, nosotras preferimos mantenernos al margen, esperando a que se tranquilice, aunque sea un poco. Una vez que se ha recuperado, le cuenta a mi hermana que iremos a ver a mi abuelo en dos días, en ese momento la interrumpo, diciéndole que según lo que había dicho el alfa, iríamos a verlo mañana temprano en compañía de Reese y muy probablemente de sus amigos. —Hubo un cambio de planes, parece ser que su equipo de reconocimiento llega mañana y quiere recibirlos, sus informes son urgentes, además también me ha dicho que quiere presentarnos de forma oficial como familia, así que quiere matar dos pájaros de un tiro. —¿Cómo que presentarnos como parte de su familia? Creí que eso ya era oficial. —Es una presentación formal a la familia, cariño, es verdad que el alfa y su mujer ya lo saben, al igual que el Beta, pero
—Entiendo.... ¿Podemos hacer algo?—¿Qué quieres hacer?Suelto una pequeña carcajada y vuelvo a golpearle la cara mientras muevo un poco la cola de forma divertida, él me pica la nariz suavemente y esto hace que estornude. Acomodo mi cara sobre su pecho y lo miro de forma fija.—Ya, entiendo.... hay mucho que hacer en la aldea, pero son trabajos de los que no conoces y no me van a permitir quedarme contigo.—¿Por ser el hijo del alfa?—Sí, mi trabajo no es hacer las cosas de la aldea, mi trabajo es mantenerla a salvo, me toca hacer rondas alrededor de nuestro perímetro, estar al pendiente de las anomalías, además de entrenar con el resto.—¿El resto?—Sí, somos un grupo de la nueva generación.—¿Lo que ocuparan el lugar de sus padres?—Eso se espera.—No me imagino la presión que debe sentir Gabriel con todo esto.El arquea una ceja y me mira con incredulidad, luego resopla con fuerza, no puedo evitar reírme por su expresión, no me puedo creer que le ponga celoso que me preocupe por m
Estando en la casa de sus padres, le sigo hasta la cocina, en donde su madre se encuentra preparando todo con la ayuda de unas sirvientas. Al ver a su hijo con la presa, ella se muestra bastante complacida y emocionada.—Como siempre, mi hijo escogiendo lo mejor— Me voltea a ver con desprecio. —CASI siempre.—Siempre escojo lo mejor madre, ya que fue Donna quien ha elegido la presa, ella tiene buen ojo para eso.Ella bufa de forma incrédula y se cruza de brazos arqueando su ceja derecha; la señora Margo definitivamente no siente ni una pisca de empatía por mí y parece ser que va a tardar en sentirlo, la verdad no me sorprende, sólo... me duele.—No le des tanto crédito, pero en fin... no quiero pelear contigo porque hoy es un día especial, así que deja la presa sobre la mesa.—Por cierto, Donna te quiere ayudar.—Tiene boca para hablar.Ella me mira con severidad, esperando a que hable, pero lo cierto es que se me han quitado todas las ganas de decir alguna palabra y ahora me cuesta b
Llegamos al lugar y él saca una llave de su bolsillo derecho delantero, luego abre una puerta y me invita a pasar, le miro de reojo de forma dudosa, entrecerrando los ojos, dándole a entender que no confío en él.—Si no te conociera, pensaría que me quieres comer— Digo de forma ligeramente desconfiada, pero a la vez divertida.—Donna, no necesito traerte a un lugar apartado para comerte— Me toma del brazo y me acerca a él de forma bastante repentina, haciendo que un chillido de sorpresa se me escape. —Puedo hacerlo en cualquier momento.—¡Pero no es lo ideal! — Respondo enseguida, asustada por su actitud, trato de soltarme de su agarre, pero me es imposible. —Venga... vamos.... que…. tenemos cosas que hacer.—Si, como que ahora quiero comerte.—¡Reese! — Le reprocho con nerviosismo. —Mira, no tenemos tiempo para esto, tenemos que volver antes de que anochezca.Al recordar eso, resopla con fuerza al tiempo que suelta un gruñido ronco. Para mi alivio, me suelta y enseguida entro al luga
Niega con la cabeza y me dedica una pequeña sonrisa, le regreso el gesto y ambos volvemos dentro del auto para ponernos en marcha para ir de regreso a la aldea. Me siento mucho más tranquila teniendo mis cosas conmigo, por fin podre cambiarme de ropa.—Es verdad ¿Qué debería usar para la cena?—Supongo que algún vestido, yo realmente me visto de una forma un tanto informal en estas cosas, así que soy el menos indicado para aconsejarte.Suelto una risita por su sincera opinión y la verdad es que lo agradezco mucho, pero ¿Usar un vestido con este frío? No se me antoja mucho y menos con la caída de nieve, seguramente me enfermaría en un suspiro.—Hace bastante frío como para que use algo tan... ligero ¿No crees?—Sí, eso es cierto.... por eso te digo que uses lo que te acomode.Terminamos de hablar ya que me he perdido en mis pensamientos, tratando de recordar que clase de ropa tenía en mis maletas y que podría usar, no quiero darle la imagen de que soy una vaga para arreglarme, aunque s
—Parece que se la están pasando de maravilla.—Espero que siga así, sería molesto tener que escuchar absurdas discusiones.Asiento con la cabeza, yo igual detestaría tener que escuchar discusiones toda la noche, creo que incluso me iría a hurtadillas del lugar. Miro de reojo a mi pareja y puedo notar en el brillo de sus ojos que él también ha tenido la misma idea, compartiendo así una sonrisa cómplice; ahora sé que va a ocurrir en caso de que las cosas se pongan turbias.Llegamos al lugar y veo a varias personas, todos parecen ocupar un puesto importante en la aldea y lo digo por las ropas que traen, busco con la mirada a mis padres y veo que ellos están muy bien vestidos, ahora me siento fatal por haberme vestido de una forma DEMASIADO casual, deseara que Gaia abra la tierra bajo mis pies y me trague.Me pierdo por unos momentos en mis pensamientos, pero salgo de ellos casi enseguida cuando escucho un fuerte gruñido de desaprobación, regreso la vista al frente y veo a mi suegra parad
Antes de cenar, el alfa nos da unas palabras y dice la razón por la cual se ha hecho está cena, muchos de los invitados felicitan a Reese y él regresa las felicitaciones asintiendo suavemente con la cabeza, miro de reojo hacia los invitados y les dedico una pequeña sonrisa nerviosa.—No te sientas nerviosa, hija.—No puedo evitarlo, la verdad es que me gustaría esconderme ahora mismo.Padre me da unas palabras de aliento, pero no me animan mucho aun así quiero mantenerme lo más firme posible, mi suegra se ha esforzado mucho en esta cena y tengo que intentar socializar. Poso mis ojos sobre mi madre y ella está completamente tranquila, parece que nada la puede perturbar.Con los ánimos calmados, ofrecemos una oración a Gaia para luego ponernos a cenar. Mientras comenos se escucha un barullo y de entre los invitados se asoma una pregunta “¿Ya tiene planeado cuando realizaran sus votos?” Abro los ojos de par en par y volteo a ver a Reese, que simplemente se limita a mirarme de reojo y sig