Tener a los Peraya en la casa me tenía nervioso, aún no puedo confiar en ellos, sin embargo Edie los trataba como si los conociera de toda la vida. Por quién más me preocupaba era Jean, conozco su temperamento, y si perdiera la paciencia con Edie esto se volvería en una guerra sanguinaria. Mis hombres estaban pendientes de cada movimiento que realizaban, parecía que leían mis pensamientos y agradecía que cuidarán de Edie hasta en lo más mínimo.El banquete que Edie ordenó se realizó en el jardín, esto era algo nuevo para la mansión, nunca se había hecho una fiesta aquí.Gavin llegaba en uno de los autos junto con los demás amigos de Edie. Quien al bajar no apartaba su mirada de mí, era el mapache, que demonios con este!?— Gavin, ¿todo bien? — Lo saludo con un abrazo que los demás me veían aún sorprendidos.— Papá, necesito conversar contigo...— Algo malo? — Pregunto curioso, pero su seriedad hace que también me pusiera serio.— Papá Edie está en la habitación?— No, está en el jardí
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