Cerrar mis ojos solo hacía que siguiera recreando los hechos de lo que había sucedido ese día, aunque intentaba pensar en otra cosa, nada venía a mi mente que me distrajera.Gavin no se apartaba de mi lado, incluso en las noches duerme en el sofá a un lado mío. Aunque insistía en que fuera a su habitación, seguía todo el tiempo en la mía. las comidas me traían, aunque no tenía ganas de comer, debía de cuidar de mis bebés, dejar de alimentarme no solo me castigaba a mí, sino también a mis pequeños, así que me obligaba a llevar cada bocado a mi boca.Donde me detenía a observar cada tarde era en la ventana, el aire que entraba era fresco acariciando mi rostro, mis manos seguían con vendas para que no me lastimara más de lo que ya estaba.— ¿No quieres ir al jardín? — Escucho la voz de Gavin detrás de mí.— No...— Puedes contarme lo que te pasó? Estoy preocupado, no quieres hablar con nadie más. — Su voz se oía triste, pero como podía consolarlo si ni siquiera yo lo tenía? No podía cont
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