Pasamos una idílica semana en ese lugar, lo único negativo fue que no estaba preparada para tener relaciones sexuales y así quisiera, no me sentía muy bien para hacerlo frecuentemente, pero Jacob estuvo encantadoramente comprensivo y pasamos todos los días juntos, haciendo otras cosas, nos besamos muchísimo, hicimos pequeñas caminatas, bailamos, reímos, hablamos de nosotros, de nuestros miedos y temores, de nuestros sueños y nuestras familias. Dormí bastante, creo que Jacob aprovechaba esos momentos para escribir, correr, nadar o tocar el bajo. Jacob cocinó todos los días y eso que no se le da muy bien, visitamos algunos lugares y fue maravilloso, nada de periodistas, fuimos libres, amigos, amantes y esposos sin preocuparnos por fotos o autógrafos. Fue la mejor luna de miel que pude haber tenido, a pesar de lo corta. — Miranda, despierta — Escucho la voz de Jacob e imagino que hemos llegado a casa, él tiene con el grupo una entrevista programada en dos días en New York y la entrega de
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