Terminaron todo, solo quedaba ordenar los papeles en sus respectivos paquetes, etiquetarlos, sacar una copia de archivo y dejar listos los originales, para enviar a primera hora. -Si alguien te espera, te puedes ir, yo lo puedo acomodar sola -menciono Julia a John. John se tomó un momento para contestar, él vio su reloj y noto que ya eran casi las siete y media, pero al final del día nadie lo esperaba. Pensó en que si batallaba en encontrar transporte le podía hablar a Franco para que pasara por él y asunto arreglado. Su ahora esposa tenía muchos días sin ir a la mansión y él no sabía nada acerca de ella. Pero John prefería no pensar en eso, ni preocuparse porque al final del día eso no cambiaba nada, ahora en lo que se quería enfocar era en terminar bien su trabajo como corresponde. John le dijo a Julia que no se iría hasta terminar pues al final del día ese era el trabajo que el no hizo por la tarde. Esa respuesta sorprendió a Julia, pero también la hizo sentir que estaba al lad
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