BRYCEEn cuanto veo a América a punto de caer al suelo, corro en su dirección y logro sostenerla a tiempo, maldiciendo, la llevo hasta la cama, le hablo, trato de que reaccione, pero no me responde. Llamo a uno de los doctores de confianza que tengo en Texas, y espero paciente, le quito las flats, reviso su pulso, tengo la localización de Alene. Gracias a Rupert y a los investigadores, los hackers que contrató ese hijo de puta, fueron un punto clave en esta situación, por lo que le debo una. Observo con detenimiento a mi mujer, porque sea como hayan comenzado las cosas, es mía, mi esposa, la madre de mi hija, y eso es algo que nunca voy a poder borrar de mi mente. Vuelvo a revisar la hora que marca mi reloj de mano, quiero que el aire se colapse, comienzo a tener pensamientos nada buenos con respecto a Alene, si daña lo que es mío, juro que de esta no se salva. Al poco rato llega el doctor, quien pasa y bajo mi escrutinio revisa a América. Le toma un par de muestras de sangre, rev
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