(Renata Pellegrini)— O seu olhar é igualzinho ao da mia sorella. — 'Mi hermana', la voz de un hombre extraño detrás de mí me asusta, miro hacia atrás y lo primero que veo es su abdomen bien definido, levanto la mirada y al fijarla en su rostro, siento que toda mi cara se pone roja de vergüenza.Desvío la mirada y bajo la cabeza, ¡cielos, este es el hombre que atrapé arriba con la mujer atada! Espero que ella no me haya visto.— Demétrio, figlio. — 'hijo', Dominic habla, lo que me hace entender que el hombre que atrapé es mi zio, 'tío'. ¡Cielos, qué vergüenza!— ¿No vas a mirarme, mia nipote? — 'mi sobrina', dice Demétrio.Cierro los ojos con fuerza y respiro profundamente, me giro y me enfrento a él.— Eres igual que mi hermana. — Demétrio dice y sostiene mi mentón, en el mismo instante en que tira de él, solo él y Dios saben dónde estaban sus manos, y por su ropa escasa, solo una bermuda y una bata, estoy segura de que no se ha bañado ni se ha lavado las manos. — Pero a diferencia d
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