(Renata Valentini)Aunque siento como si hubiera abierto mis ojos, se siente como si no lo hubiera hecho, la oscuridad es tan espesa que la sensación es que me he quedado ciega. Me levanto de donde sea que esté, y mi cabeza late, se siente como si ningún mamut hubiera pasado sobre mí. Siento el suelo, es suave y mullido, sigo arrastrándome y encuentro las paredes, tienen la misma textura que el suelo, suave, esponjosa y fría. Con pasos lentos camino hasta encontrar un rincón de la pared y me siento, abrazando mis rodillas, siento que mis ojos arden.-¿Por qué estoy aquí? ¿Qué van a hacer conmigo? - El miedo atraviesa mi pecho y las lágrimas caen como cascadas, no sé cuánto tiempo dormí, y no sé dónde estoy, no pude ver las caras de los hombres que me secuestraron. Mi corazón duele tanto. Antes de desmayarme, le supliqué a Filippo que apareciera y me salvara una vez más, pero eso no va a suceder, no vendrá por mí, tal vez ni siquiera recuerde mi existencia.Darme cuenta de esto me duel
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