53. Las horas más decisivas
Carlo11:33 p.mMe quedé inmóvil durante un par de segundos, preguntándome si aquella imagen era real.Y joder, lo era.Gia estaba allí, a unos seis e innecesarios metros de distancia, corriendo hacía a mi como si su vida entera dependiera de ello.En un principio, me alertó saber que un auto se aproximaba, hasta que estuvo lo suficientemente cerca cómo saber que era uno de los míos. Quizás hubo un cambio de planes a último minuto, pensé, al menos un segundo antes de que Greco disminuyera la velocidad y Enzo bajara del copiloto para abrir la puerta trasera del vehículo.Entonces la vi.Y me pareció como si lo hiciera por primera vez, o como si fuese un maldito sueño del que no me hubiese gustado despertar.Me permití observarla, ella también lo hizo. Me engulló con aquellos preciosos ojos azules y esperó que Greco le diese la orden para avanzar.No lo pensó dos veces.Y ahora venía corriendo hacia mí sabiendo que mis brazos estarían abiertos para atraparla en un intenso contacto. No
Leer más