- ¡Despierten flojas! Son las cinco de la mañana, esto no es un hotelGrita la guardiana, mientras golpea los barrotes con su macana.La cabeza me da vueltas, no he dormido nada, hoy cumplo mi primer mes en esta cárcel, aun no asimilo estar aquí, en el fondo yo sabía que iba a terminar un lugar como este, pero lo que más me pone mal es saber porque estoy aquí, cada vez que lo recuerdo siento un nudo en la garganta y siento mucha ganas de llorar, pero eso no es opción, eso es para débiles.Nací hace veintisiete años en una familia no muy acomodada, una clase media que suelen llamar, mi madre, una mujer por esos tiempos muy conservadora, ya pasada de los treinta llevaba casada con mi padre hacía ya cinco años, éramos una familia muy feliz, mi hermana mayor me llevaba ocho años, así que ella cuidaba de mi para que mis padres pudieran trabajar.Yo en lo personal era feliz, era una niña que comía a gusto, iba al parque y al circo con mis padres, mi madre, ella era preciosa y de verdad que
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