-Sabes que te amo, que me muero por ti, dame una oportunidad de hacerte feliz como mereces.-Yo se lo bueno que eres Fer, pero no puedo estar contigo, hay cosas de mi que no sabes y no quiero hacerte daño.-Que podría ser tan malo para que no puedas estar conmigo, yo te amo, desde que éramos jovencitos que llegaste a la escuela te amo, desde el primer día, dame la oportunidad.-Estaba a punto de botarme a sus labios y besarlo, cuando suena mi teléfono, lo miro y tengo más de diez llamadas perdidas de Katty.-Ferdinand, mira tengo muchas llamadas perdidas de Katty ¿pasaría algo?, es mejor que le devuelva la llamada.Intento llamar a mi amiga muchas veces, pero se va a buzón, me desespero total y decidimos volver a casa con Ferdinand, tenía un presentimiento de que algo estaba mal.Llegamos a casa, abro la puerta rápidamente y todas las luces estaban apagadas-Katty, ¿nena estas aquí? QueridaEnciendo las luces y suelto un grito aterrador cuando veo el piso de mi sala de estar lleno de
Katty se recupera satisfactoriamente de la paliza que el gañan del novio le propino, por desgracia perdió un ojo, y debe usar un parche de por vida, algo que para ella es algo devastador, ha tenido que tomar terapias con el psicólogo, no ha sido nada fácil este proceso, pero ella me tiene a mí, soy incondicional, ella y mi hermana son lo único que tengo, así que decidí tener una nueva misión en mi vida, y es hacer justicia por cada mujer maltratada que busqué de mí.Junto con mi amiga y ayuda de Ferdinand, decidimos abrir un consultorio jurídico familiar, donde atendemos a mujeres que sufren de violencia por parte de su parejas, muchas no tienen recursos, pero ya nos la arreglaremos, haremos todo tipo de consulta y con unas financiaremos a las otras, lo que importa es que ellas reciban lo que tanto necesitan: JUSTICIA.Y allí empezó todo…Mi consultorio es algo sencillo, pero lo hemos promocionado muy bien, Ferdinand se encargó de eso, el sí que sabe complacer mis caprichos.Es un seg
Esa noche no puede sacarme a Gloria de la cabeza, de solo pensar lo que ese hombre pudo haberle hecho me causaba dolor, yo no tenía sentimientos, pero saber que una persona tenía que sufrir en contra de su voluntad me hace hervir la sangre, las mujeres en algunos casos somos masoquistas, porque queremos, porque nos da la gana, pero hay muchas como Gloria, que no tienen opción y yo la podía ayudar.Al día siguiente después de haber atendido varios casos me dispuse a seguir averiguando acerca del marido de Gloria, así que fui hasta su trabajo y decidí esperarlo en un callejón oscuro donde parqueaba su carro, un lugar perfecto para dejar de existir.No entiendo porque pensaba en eso, pero sentía cosas dentro de mi que me incitaban a cobrar venganza, nunca le haría daño a alguien que no lo mereciera, de eso estoy segura, amo los niños y los animales, pero odio los abusadores, desde niña lo siento así.Para esa noche decidí cambiar mi atuendo, me puse una peluca muy rubia, unas gafas oscur
Al día siguiente regreso a mi consultorio con un montón de casos por resolver, y con unas cien llamadas perdidas de Ferdinand, así que decido llamar por pura cortesía.-Cielo santo, pero qué difícil es contactar contigo, ¿Qué también debo sacar una cita para poder verte? - Contesta Ferdinand algo enfadado-Hola Fer, discúlpame he tenido muchas cosas que hacer, hasta ahora tengo tiempo de devolver la llamada ¿Cómo estás?, ¿me necesitas para algo? – Respondo sin darle importancia-No, en realidad solo quería saber cómo estabas nada más, después de lo que paso entre los dos, siento vergüenza contigo, pero no quiero alejarme de ti, es todo.-Fer, por favor no ha pasado nada solo ocupaciones diarias, no te preocupes, si quiere podemos vernos en la noche en mi casa y cenamos juntos ¿te parece?-Genial, yo llevo la cena, no te preocupes por eso, ¿a las ocho estaría bien?-Es una cita querido nos vemos en casa, bye.La misión del tal Phillipe me tenía desesperada, ese día tenía una cita con é
CON PHILLIPPE DE NUEVO-Bueno señor Philippe, solo dígame en donde quiere que nos veamos para la cena y allí legare- le digo sin mas-Primero que todo no me llame señor, seré unos dos años mayor que usted, segundo ya es hora de ir a cenar, yo muero de hambre, si puede, saldremos de una vez ¿Le parece Lizz?- Dice el mirándome fijamente, por su puesto en su mirada se notaba un toque de seducción, no sabría si me lo estaba imaginando, pero sentía que el me devoraba con sus ojos, realmente me ponía nerviosa.-Esta bien, perfecto, vamos entonces a cenar, estoy disponible- No titubeo en absoluto en responder.Como buen caballero pasa por mi lado y como si nos conociéramos de algún tiempo atrás pone su brazo en señal de que le tome de gancho, no entiendo que pasa, me siento susceptible a sus palabras y no puedo controlar lo que está pasando.-Bueno Phillippe dígame donde me va a llevar a cenar, espero no sea un sitio tan refinado, no estoy acostumbrada y mi atuendo esta bastante informal el
Tenía un solo día para solucionar lo de Sandrine, así que me asegure de que su esposo no estuviera ejerciendo hoy como policía, esto dificultaba aún más mi trabajo, tampoco quería que estuviera con los niños, no quería que ellos presenciaran más violencia de la que ya habían visto en el lapso de su vida, pero ellos al igual que la pobre Sandrine tenían derecho a una mejor vida, que todos los obstáculos que su padre les estaba poniendo se fueran lejos y definitivamente.Tomé mi auto y salí directo a la casa de Sandrine, hacia un día frio y a pesar de que había empezado maravillosamente con el paso del tiempo se estaba convirtiendo en un día oscuro y triste, me entristecía la idea de ver mal a esa pobre mujer, no solo a ella a toda que por cualquier razón había sido víctima de la desagradable sociedad, en especial de aquellos que un día juraron frente a un altar amarlas y respetarlas por toda la eternidad.Por eso mi concepto del amor era diferente, no me iba a enamorar nunca, no me veí
PRESENTEMe siento indefensa en este sitio, lamento sentirme así, es un sentimiento que nunca me había poseído, “la indefensión”, siempre creí que podría defenderme de absolutamente todo lo que me rodeaba, mi corazón durante mucho tiempo estuvo blindado hacia el amor, siempre pensé que enamorarse no estaba en mis planes, formar una familia, tener hijos, una casa y un esposo amoroso era algo que estaba muy lejos de mis pensamientos, yo siempre quise ser esa mujer ruda de la cual otras mujeres se sentían orgullosas por haberlas ayudado con algo en su vida.En esta cárcel no hablo con muchas personas, unas me tienen miedo y otras simplemente me aborrecen, la razón ni la entiendo, me considero una buena mujer, claro si se le puede llamar buena a una justiciera.Camino por el patio, enciendo un cigarrillo, las mangas de mi uniforme me quedan largas así que cubro mis manos del frio, miro a todas a mi alrededor… Me miran como si estuvieran viendo a un mismísimo fantasma, me muerdo mi labio i
Ya siento que te quieroSolo trabajaba tres días a la semana con Phillipe y eso era lo mejor, si con pocos días trabajando con él ya deseaba que me llevara a la cama, viéndolo más tiempo juraría que le pediría matrimonio, la situación se complicaba, solo deseaba desde el fondo de mi corazón que el me hiciera algo verdaderamente horrible para que me dieran unos deseos inmensos de matarlo, así como a mis víctimas.Llevaba muchos días sin actualizar mi diario, y esa noche después del trabajo decidí plasmar cada uno de mis sentimientos, si no lo hacía así iba a explotar y muy posiblemente Katty podría enterarse de todo lo que estaba pasando conmigo, solo ese libro era mi único testigo, en el estaban plasmados todos mis secretos desde que era una niña, escribirle era como confesar cada uno de mis pecados, recibiendo así la absolución que mi alma necesitaba.Caí rendida y ansiosa, moría de ganas por ver a mi señor después de la llamada, quería saber en qué territorio estaba explorando.La n