Una vez que Alan se había ido me dedique a archivar las cosas que Alonso me había dado ayer, media hora después ya habían llegado las chicas, las saludé amablemente pero ellas sólo me dieron una sonrisa tímida y agacharon la cabeza, tal vez aún estaban apenadas por lo de ayer. Siempre había trabajado solo, nunca en una oficina pero no creí que habría problemas cómo esté, ¿Que diría la vieja yo sí me encontrará en este situación?Terminé de archivar todos los documentos cuando escuché que alguien venía subiendo por el elevador, dirigí mi vista hacia el sonido y pude ver a un Alonso muy enojado, caminó dando grandes pasos hasta su oficina y cerró la puerta con un gran azote, nadie parece mirarlo pero todos nos sobresaltáramos por sus actos, dejé todo lo que estaba haciendo y entré a su oficina, lo encontré tirando algunos libros del estante y rápidamente corrí hacia él, todo aquí era una desorden.- ¡¡Hey, Hey!! - grité abrazándolo desde atrás para calmarlo, sentí su respiración irregu
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