Al principio, Nohemi no registró lo que sucedía, su cerebro se detuvo, sus pensamientos quedaron en blanco y sus labios se movieron por puro instinto.El beso estaba lleno de ternura, fue delicado, suave, incluso un poco dulce e inocente; fue como si estuviese besando por primera vez a alguien. A pesar de lo cálido y afable que era Zeke, los corazones de ambos palpitaban de manera violenta, haciendo eco en el pecho del otro, sincronizándose con naturalidad.Pero a medida que pasó el tiempo, él deseo un poco más; estaba hambriento y sediento de ella, por fin la tenía entre sus brazos, la mujer con la que estuvo soñando todas esas noches, la existencia que lo volvía humano, la única persona que podía salvarlo o… destruirlo.Por eso, su lengua decidió arriesgarse, tentarla, tanteando con cierta timidez, para que ella abriera sus labios y lo dejara entrar.Y casi lo consiguió.Sin embargo, la cordura regresó a la pelirroja y antes de que el beso se prolongara más, lo empujó, alejándose al
Leer más