Capítulo cuarenta y uno.
—¿Que carajos fue eso?Levanto lentamente la cabeza para encontrarme con la mirada confusa y asustada de la castaña. No deja de mirarme, intentando encontrar una respuesta que todavía no le otorgo.Mi respiración es pesada, no me he levantado del suelo aún. Mi cuerpo se ha quedado estático, paralizado, igual que todo dentro de mi. Me tiemblan las manos y el frío que ha empezado a hacer, me avisa que ya está llegando la madrugada. Y que somos las únicas paradas ahí en la calle.—Debemos irnos—habla Chiara.Ella se acerca a paso decidido donde estoy, apoya sus manos bajo mis axilas y tira de mi para ayudarme a levantar. Se la dejo fácil. Ni siquiera reprocho.—Vayamos al departamento—ofrece Jess, mientras toma mi bolso del suelo y ayuda a Chiara a ponerme de pie. Su voz es débil y traga saliva, intentando parecer segura—Loan tiene un botiquín de primeros auxilios, debemos ponerle en la rodilla...—No—suelto casi como un aullido. Ambas me miran sorprendidas por mi actitud. El cuerpo me m
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