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Todos los capítulos de Enamorada de mi enemigo: Capítulo 31 - Capítulo 40
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Capítulo 29 – arrodíllate
—¡Yo les ayudaré a abrirlo! — exclamó Taylor buscando arduamente bajo la cama. Al levantarse, sostenía entre sus manos una pequeña cajita, él la abrió revelando un pequeño oso de peluche. Automáticamente, me abalancé sobre él para evitar que él arruinara la sorpresa.—¡Oye! ¡Es el obsequio del señor Johnson! ¡Aleja tus manos de él! — exclamaba intentando quitárselo. Comencé a tirar de sus patas mientras la tonta fuente de problemas tiraba de sus orejas.El señor Johnson nos observaba en silencio, quizá no sabía si debía o no intervenir, lo más probable era que se estuviera divirtiendo por la infantil interacción de nosotros dos. El sonido de algo rasgándose anunció que la cabeza del pequeño osito había sido separada de su cuerpo.—Señor Taylor, yo de usted abandonó la habitación antes de que termine como el osito— sonreí e hice mi respiración más notable, para que él supiera que estaba intentando mantener la calma. —Yo sabía que algo así podría pasar— rodé los ojos, al final se tratab
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Capítulo 30 – Yo no olvido
—Usted había dicho que, la única manera en la que podría ayudarme, era si me arrodillaba frente a usted. Sharon, la vida de mi hermano está en peligro, no me perdonaría si algo le llegase a suceder— sus ojos lentamente se llenaban de lágrimas —usted sabe perfectamente qué ocurrió con él, ¿no es así? ¿No podría tener un poco de compasión? ¿No lamentaría si algo así le sucediera a su hermano?—Mi hermano está muerto— respondí con sequedad. —Todo a causa del ejército estadounidense— sonreí sintiendo una presión en mi pecho. —¿Ustedes piensan en que están dejando a la madre sin hijos y a las hermanas sin sus hermanos cuando invaden un país en tiempo de paz? — reí conteniendo mis lágrimas. —Ustedes mataron a mi hermano ¿Y yo debería ayudarte?—Yo… yo no sé qué debería decir, mi país no ha invadido a otro en tiempo de paz— balbuceó.—Eso no importa, lo que hicieron, está hecho— suspiré y una idea llegó a mi cabeza —lo ayudaré con una condición.—Haré lo que sea por mi hermano— dijo con firm
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Capítulo 31 – salvación o condena
Seguimos a las dos personas que se estaban yendo, manteníamos una distancia prudente. El camino estaba lleno de árboles y era rodeado por algunas pendientes. Ellos conversaban acerca de visitar a otro de sus compañeros, al parecer, la pandilla no era tan pequeña como lo había pensado con anterioridad.Los pasos de ese par se estaban tornando cada vez más lentos, el torso de uno de ellos se estaba girando levemente. Tomé a Taylor del brazo y lo jalé en contra de un árbol, cubría su boca para que mantuviera el silencio, al parecer ellos estaban sintiéndose perseguidos, debíamos esperar un momento e interceptarlos por otro camino.Escuchaba como sus pasos se alejaban de ahí, caminaban con mayor velocidad. Era definitivo, nos habían escuchado. —No podemos salir de aquí aún— susurré regresando mi mirada a Taylor, el cual no apartaba su mirada de mí. —¿sucede algo? — ladeé la cabeza.En ese momento me pude percatar de que lo había acorralado entre el árbol y mi cuerpo, de hecho, estábamos d
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Capítulo 32 – pequeña lección de vida
—Sharon ¿qué haces? — cuestionó Taylor saliendo del vehículo, justo detrás de mí. Se veía entre extrañado y asustado, intentaba detenerme, pero ¡Su hermano era un completo desagradecido!—Él dijo que quería morir, solo le daré un empujón. De manera que se ahorre sus palabras y por fin muestre un poco de agradecimiento— el tono en el que yo hablaba demostraba la seriedad del asunto, a pesar, de que nada más quisiera darle una lección a ese tipo. Con mis manos logré zafar su lado en la cadena —¿Ustedes quieren ir con él? — cuestioné y ellos sacudieron su cabeza con fervor. —Lo suponía.Los ojos de Taylor permanecían sobre mí, tomándome por los brazos, logró alejarme del lugar —¿qué es lo que estás haciendo? Esto no era parte del trato— susurró señalando a su hermano —se suponía que me ayudarías a salvarlo, no que lo exterminarías ti misma— a medida que hablaba, se intensificaba la firmeza de su agarre.—Lo sé, créeme que estoy intentando mantener la calma, pero ese hombre no agradece qu
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Capítulo 33 – Día nublado
Estaba de regreso en el trabajo, el señor Johnson estaba leyendo uno de sus libros favoritos, a diferencia de lo que yo podría haber esperado, el final de ese libro conllevaba un sacrificio, ¿un hombre podría terminar con su propia familia? En mi mentalidad, sería inconcebible que alguien determinara borrar los nombres de sus hijos de sobre la tierra. Según este mundo, era una verdad constante.—¿En qué reflexionas, Sharon? — cuestionó el señor Johnson despegando por fin la mirada de su libro. —¿Nathan no se ha recuperado adecuadamente?—Él está perfectamente, quizá había comido algo que le hizo mal. Falta muy poco para que termine su descanso, luego, recibirá una misión en cualquier lugar del mundo— suspiré observando al señor Johnson. Claro, estaba que la misión que se le asignaría a Nathan, había sido modificada para que permaneciera cerca de mí.Aclaré mi garganta y levantándome de manera enérgica, extendí mi mano en su dirección.—¿Hora del paseo matutino? — asentí. A pesar de qu
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Capítulo 34 – Alboroto en el cine
Llevé mi mirada a Nathan, era como si estuviera pidiendo su autorización, aunque, deseaba con todas mis fuerzas a que él terminara rechazándola. De cualquier manera, esto entorpecería nuestra misión.—Tú no le agradas a mi novia— se dirigió a Irene —y tú, no me agradas a mí— se dirigió a Taylor. Apreté mis labios para evitar reír y le di un pequeño golpe en el pecho a Nathan —Tienes razón, no nos agradan ninguno de los dos— sonrió y abrió la puerta del auto para que yo entrara.Si ellos llegaban a ir junto a nosotros y algo terminaba mal, sería demasiado fácil culpar a Irene. Aquella idea surgió en mi cabeza antes de que el auto arrancara y fuera demasiado tarde.—Nathan, cariño. Podíamos ir con ellos, después de todo es solo una película— señalé asintiendo con mi cabeza —puede que después de hoy comencemos a llevarnos bien ¿No lo crees?Él imitó mi acción, señalándoles a ellos que podían subir al auto, de manera torpe, Taylor abrió la puerta para que Irene entrara. Era divertido ver
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Capítulo 35 – Yo te salvé
Mis ojos estaban fijos en los de él, le demostraba que no estaba asustada y que, todo lo que yo haría, no se vería influenciado por el miedo. —¿En qué puedo ayudarle? — susurré esbozando una ligera sonrisa, si lograba tranquilizarlo tan solo un poco, no sería tan violento e impulsivo como se esperaba de un hombre en su condición.—Encuentra a Verónica— sentenció viendo en dirección de su arma. Asentí dándole la espalda.—¡¿Quién es Verónica?! Así podremos estar todos en paz— grité lo más fuerte que pude, el silencio estaba inundando la sala y logré ver a alguien que se escondía detrás de una de las sillas. —Está ahí— le indiqué al hombre mientras las personas que estaban alrededor de ella me veían como si me tratara de una de las más viles traidoras.—No eres tan tonta como pensé, niñita— escupió caminando en su dirección, su agarre se había vuelto mucho más suave, el arma se encontraba floja en su mano. De una patada logré hacer que esta cayera al suelo.Las miradas asombradas de tod
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Capítulo 36 - ¿Qué siento?
—Te he dicho que el amor no está en mis planes. De hecho, es una pérdida de tiempo, y me desenfocará de mi misión— estaba segura de mi respuesta, pero, ¿por qué razón el rostro de Nathan no lo parecía?—No estás respondiendo a mi pregunta, solo necesito que digas si sientes algo por él o si no lo sientes— elevó una de sus cejas mientras una muy leve sonrisa se posaba sobre sus labios. —¿Por qué insistes en ayudarlo cada vez que él corre a ti? ¿Es por respeto al señor Johnson?Mi mirada se dirigió al agua, no me había detenido a pensar en eso, ¿por qué razón siempre lo ayudaba?, ¿por qué lo escuchaba si era una insoportable fuente de problemas? —yo… no tengo la respuesta, pero que algo suceda entre nosotros, está fuera de las posibilidades— sentencié. —Lo único que me debe importar es completar mi misión.—Eso es lo que está saliendo de tus labios, ¿qué es lo que dice tu corazón? — me mantenía en silencio, me negaba a hablar, ni siquiera sabía cómo identificar el interés romántico de u
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Capítulo 37 – ¿Amor? ¡Imposible!
—¿La señorita Roksana conoce la identidad de los involucrados? — indagó Kyra con cautela. Hablar de este tema frente al coronel, era algo que solo ella podía hacer; el resto de sus compañeros debían callar sus bocas si deseaban conservar todos sus miembros.—Usted la conoce perfectamente, no lo sabe; sin embargo, es cuestión de tiempo para que se entere. Ella, al igual que yo, deseamos hacer justicia— una sonrisa de lado se formó en sus labios y un escalofrío recorrió el cuerpo de Kyra quien, dándose la vuelta, salió del lugar. R O K S A N A (Sharon) Había logrado terminar de recuperar la información de la memoria del ministro. Dentro de poco, la búsqueda de su celular sería una prioridad, quizá por los números de los demás miembros del ministerio, o algunos contactos mucho más importantes.Lo único que me interesaba era hallar cualquier cosa que nos pudiera servir y enviarlo a Rusia, ellos se encargarán del resto. Todo el día he tenido una sensación extraña en el pecho ¿Debería h
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Capítulo 38 – No puede ingresar
Los pasos firmes de Sharon se dirigían a la casa blanca, llevaba en su mano izquierda una maleta que mostraba los resultados de los últimos exámenes realizados al señor Johnson, su recuperación iba por buen camino. —Señorita Shadow— saludó uno de los guardias de seguridad. —Me temo que debo examinar el contenido de su maleta, o, por el contrario, no puedo dejarla pasar.La firmeza del guardia le indicaba que no habría otra salida que mostrar el contenido de su maleta ¿El inconveniente? Eran documentos privados de los cuales estaba explícitamente prohibido mostrar a terceros.—Me disculpará, pero son los resultados de los exámenes del señor Johnson, no puedo mostrarlos— dijo ella con la misma firmeza, no podría dar su brazo a torcer, eran las normas que debían seguirse al pie de la letra. —¿A qué se debe tan repentino cambio? — indagó sin despegar su mirada de los ojos del guardia, lo cual, lo ponía un tanto nervioso.—La seguridad del presidente está en riesgo. No puede entrar ni sa
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