Cuando Xavier observó aquel dibujo y lo acarició con su mano, sintió la forma de unas letras escritas en la parte de atrás de la página, le dio la vuelta y se encontró con la letra de su padre.«Mi querida Elizabeth, mi ángel. Sé que siempre has cuidado de mí y de nuestros hijos incluso después de haber partido cuando distes a luz a nuestros pequeños, lamento tanto haber sido un mal padre para los gemelos en su primer año de vida, sé que no merezco tu perdón, y tú sin proponértelo me hablaste por medio de las palabras de tu diario. Cometí muchos errores, pero estoy agradecido porque nuestro hijo Santiago tiene una hermosa familia al igual que nuestra niña Rosalie, me aseguraré de que nuestro pequeño Xavier también encuentre el lugar perfecto a lado de alguien tan especial como tú»Mientras Xavier leía esas palabras caminaba por la habitación se apoyó en la pared cuando terminó de leer, el dolor en su pecho que lo había acompañado desde hace varios días volvió, sus piernas se debilitar
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