Su sueño aquella noche había sido intranquilo, vagaba por una serie de imágenes sin coherencia entre ellas, pero en toda y cada una lo veía indiscutiblemente a él, a Aysel. En alguna de las escenas aparecía como le conocía, como el señor lobo de estas tierras, en otras, como un humano viviendo una vida agitada en busca de algo que ella también buscaba. No podía dejar de experimentar la inquietud en sus sueños ante la idea que él obtuviera aquello antes que ella, tenía miedo de las decisiones que Aysel tomara sobre la esencia, parecía como si en cada imagen que obtenía de él, siempre deseaba poseer la joya y utilizarla en su beneficio y aquello la mantenía con una fuerte opresión en el pecho. Su obligación era proteger la esencia.Una última imagen, le mostró a un Aysel, muy similar al que conocía, un mestizo, con las limitaciones que eso significaba para él, atrapado en un árbol del tiempo, con una flecha sagrada clavada en el pecho, sabía que aquella flecha la había lanzado ella, sin
Leer más