—¡Mierda, Caleb, quédate quieto! —le susurro. Ambos estamos sentados en la mesa. Mi padre esta en la cabecera de la misma. Mi madre a su lado Izquierdo, Benja a su lado Derecho. Yo estoy al lado de mi madre junto con Caleb. Jacinta, como era de esperarse, esta al lado de mi hermano.—Lo siento.—Bueno, ya que estamos todos en la mesa, podemos comer. —dice mamá con una sonrisa.Yo saco de inmediato las papas con mayo. Benjamín siempre se llena el plato con ellas Mi querido hermano, también la toma.—Cuidado —me advierte. Lo fulmino con la mirada, pero él me también me mira así.—Cuidado tú.—¡Por Dios, ya están peleando por la comida! —exclama mi mamá. Pero Benja y yo no dejamos de mirarnos.—Corrección, mamá, solo nos advertimos sobre sacar demasiadas papas mayos. Ya que a tu hijo se le olvida que los demás queremos comer. —corrijo.—Mi hijo es tu hermano, Trinidad.—Ahora mismo, no estoy muy seguro de tener una hermana. —Ya van a empezar —declara papá en un suspiro.—Voy a darle a
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