SIETE AÑOS DESPUES.Vicente Cooper.Aghata y Arthur protestan para salir de la piscina de bolas del centro comercial, pero tuve que ser firme y convencerlos de que era hora de encontrarse con Angélica para cenar. Soy muy estricta con su alimentación, con buen comportamiento en la escuela, con disciplina. Sin embargo, casi siempre me suavizo, es difícil decirle que no a esas miniaturas de mi amor por Ángel.Sacaron muchos rasgos físicos de su madre, el mío solo sacó ojos verdes, en cuanto a personalidad, Arthur es tímido y cerrado como yo. Con tan solo siete años ya quería saberlo todo sobre el hospital, haciendo preguntas inteligentes. Aghata, en cambio, es más extrovertida y juguetona, al igual que su madre, tiene un corazón gigante y no pierde mucho el tiempo con la tristeza. Le encanta imitar a su madre, quiere ser como ella y habla mucho.- Busquemos a mamá que está en una farmacia en el otro pasillo – les advierto y tomo sus manos, posicionándolos uno a cada lado.Nuestra casa es
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