La última vez que llevaron un plan a cabo en este mismo lugar todosalió mal. Enormemente mal. Así que, Catarina considera normal que susnervios estén alterados y una parte de ella grite a viva voz en su mente,que es una muy, muy mala idea. Pero Jenkins está decidido, su humor noes el mejor, se limita a dar las órdenes y mirar con el ceño fruncido a todoel mundo. Ahora aguarda en una esquina el momento justo, en completasoledad. A pocos metros de él Miriam lo observa con ojos de cachorroabandonado, no hay duda, algo pasó entre ellos, piensa Cat, mientras quela voz en su mente le repite una vez más, “no es mi problema”, pero lasmariposas en su estómago cuentan una historia diferente.—Hey —le dice Owen bajito mientras con una mano tira de su cola decaballo—, no va a pasar nada, el plan saldrá bien, no te preo
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