Adelaida continuaba en su trabajo como chofer de limosinas, su corazón daba un vuelco cuando la enviaban a la zona donde Javier tenía su casa o cuando pasaba frente a su edificio de oficinas, en esos momentos pensaba que no le sería fácil olvidarlo y casi había perdido las esperanzas de volver a estar con él, ya que la última vez que se vieron su actitud fue tan fría que lloró amargamente por mucho rato. Una noche le dieron una dirección donde debía recoger a una pareja y trasladarlos a un evento muy importante, esperarlos y devolverlos al lugar de origen, llegó al sitio, se bajó para abrir la puerta de los pasajeros y contuvo la respiración cuando vio avanzar hacia ella a una pareja vestida de gala, él era Javier Durán acompañado de una impresionante rubia que llamó la atención de las personas que caminaban cerca, era una mujer muy bella aunque un poco mayor que él, sintió los ojos de Javier clavados en ella, más desvió la vista, se limitó a dar las buenas noches y cerró la
Leer más