Capítulo 30. Y se marchó...
―Hola, Cap ―dijo Paloma cuando Charles abrió la puerta de la casa. ―Hola, Paloma, ¿qué haces aquí? ―preguntó el hombre con su sinceridad característica.―Vengo a contarte un secreto. ¿Puedo pasar? ―preguntó nerviosa.―Sí, por supuesto, entra. ¿Qué secreto me vas a contar?―Regresamos a Londres, Aisha renunció a su trabajo y quiere volver a casa.―¡Oh, no! ¿Te irás? ―preguntó él mirándola con angustia.―No quiero irme, Cap, Aisha me dijo que me podía quedar en la casa mientras la vende, pero tampoco quiero quedarme sola en este país.―Quédate, no te quedarías sola, yo estoy aquí y me gustaría mucho que te quedaras. ―Sí, pero viene Navidad y de seguro tú te irás a ver a tu familia.―Puedes ir conmigo, mi familia es agradable, te llevaré como mi novia. ¿Quieres ser mi novia? ―preguntó Cap con su misma cara inexpresiva de siempre.―Sí, quiero, pero la pregunta más importante es si tú quieres ser mi novio.―Sí, sí quiero, pero pensé que tu no querrías por mi condición de asperger, en rea
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