ADAMO/DEMON15 años después.Actualidad. La sangre cubría mis manos, yacía un cuerpo sin vida bajo mis pies. Pálido, en un charco carmín, que para mí significaba solo una cosa, veneración y satisfacción. Mis ojos estaban puestos en mis puños sangrientos, sin ver nada más a mi alrededor. Escucho los gritos y aclamaciones, que son solo para mí. Me alejé de allí y salí de la jaula que se encontraba casi bañada de sangre. Di un saltó, para situarme fuera y caminé sin mirar a nadie. Me dirigí a mi lugar habitual, dónde acostumbró a ir luego de terminar una pelea. Nunca festejaba, porque todas las peleas las ganaba y no necesitaba hacerlo, llevaba años sin perder una. Los golpes, la sangre y el estar siempre solo, me convirtieron en una pared de hierro, una que nad
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