Leonardo se dió una ducha en uno de los cuartos extras del piso, se vistió con tranquilidad y salió hasta la cocina comenzando a preparar el desayuno, un par de huevos, pico algo de fruta y un par de cafés, Emma aprecio en la cocina cuando el hombre limpiaba sus manos con un trapo. -cocinas..- no fue una pregunta, más bien una afirmación de algo que no creía posible, algo escéptica hizo una mueca, Leonardo pasó una mano por su cabello aún húmedo y tomó asiento en uno de los taburetes de la cocina. -Me gusta mi privacidad, así que de vez en cuando me quedo solo y para ello debo cocinar algo para poder sobrevivir.- señala sin darle mucha importancia, la morena algo contrariada se sentó en el taburete al frente del alpha, aquello era demasiado extraño para ella, nunca… jamás… había desayunado o compartido c
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