-Apaga el fuego. -ordenó la menor y un ronco gruñido de aceptación salió de la garganta de Leo, ella no entendía por qué aquellos ruidos salvajes la excitaban tanto. y Leonardo se dió cuenta que solo ella tenía el poder de ordenarle y no morir en el intento. Apagó finalmente la estufa y llevó sus manos a la blusa de la menor.
-¿Te gusta esta blusa?- preguntó el alpha
-tengo tres más. -señaló su Luna, respuesta suficiente para que el lobo la abriera de un jalón, los botones salieron disparados en distintas direcciones, un jadeo salió de los labios de la menor, y obteniendo ya el permiso, tiro del sujetador, de la fina y angosta parte entre sus pechos y la rasgó de igual forma - mierda… - gimi
Posteriormente al intenso momento que habían tenido, Leonardo actuó con astucia y la dejó con cuidado sobre el sofá mientras le preguntaba que le apetecía comer, sabía que actuar de forma frontal para que admitiera que lo que había entre ellos era más que sexo era una estupidez, ya que por alguna razón su Luna estaba reacia a profundizar abiertamente en la relacion.la cena se había estropeado así que optaron por comprar comida China, Emma se había cubierto con una manta que había sobre el sofá y cuando el repartidor llevo a la puerta ella se había escapado para llegar hasta la habitación principal, entro en el extenso armario y busco rápidamente algo de ropa, no se sentía incómoda con su cuerpo pero tampoco se sentía completamente cómoda con la desnudez, al menos no de la forma que Leonardo demostraba
Emma despertó a la mañana siguiente con el aroma del café casi en la nariz, se sentó en la cama sujetando las sábanas de seda negras contra su pecho, pasó una mano por su larga melena negra y vio al mayor al fondo de la habitación, había un par de ventanales que el día anterior no había visto debido a las enormes cortinas, ahora ambas puertas estaban abiertas de par en par y sentado en una silla frente a una pequeña mesa estaba Leonardo con solo un pantalón de chándal y un café en la mano, en la mesa había otra taza humeante, se despegó de las sábanas y se puso la camiseta que le había robado al alpha el día anterior, caminó hasta él y vio mientras llegaba que sobre la mesa no solo estaba una taza de café para ella sino también, un documento"Acuerdo de noviazgo"
Una semana, una maldita semana desde que Leonardo había visto por última vez a su Luna, en este punto ya estaba enfurecido, su lobo se paseaba de un lado a otro arañando las paredes de su jaula mental, estaba más que dispuesto a tomar el control y desgarrar la cantidad de gargantas necesarias para que le devolvieran lo que le pertenecía. Había ido a la oficina de la morena al menos una vez al día y siempre era retirado con suma tranquilidad por aquella maldita castaña que Emma solía apreciar tanto.-No te estoy preguntando, que quiero verla ahora.- exigió Leonardo afuera de las enormes puertas color caoba de la oficina de Emma, entre aquellas puertas y él se interponían dos hombres y la castaña, quien mantenía un temple de acero, no importaba cuánto insistie
La suave brisa marina entraba por los ventanales de la habitación donde Emma dormía profundamente dos noches después del incendio, había tenido una fuerte discusión con Sophie unas horas antes de que ella se fuera, Emma no se iba a seguir escondiendo, aquello era absurdo, no le tenía miedo a Lorenzo y por mucho que esté haya tratado de generar una serie de ataques hacia ella aún sin darle la cara Emma no seguiría escondiéndose como si le asustara, de hecho, ansiaba que aquel mal parido la encontrara, las ganas de romperle la cara eran enormes.La sensación de que alguien la miraba la despertó,pero aún así no abrió los ojos, movió su mano lentamente bajo la almohada hasta sentir el frío mango de la pistola.-¿Qu&
A la mañana siguiente Sophie llegó temprano a la casa donde se encontraba Donna, entró a la propiedad y la mueca que le dieron algunos de los hombres mientras otros bajaban la mirada entre apenados y avergonzados le hizo entender que algo no iba bien, apuro el paso entrando a la casa y luego de recorrer por el pasillo encontró en el comedor a Leonardo y Emma comiéndo en el comedor.-Bastardo engreído.- masculló molesta, Leonardo solo sonrió divertido bebiendo de su taza de café, ahora sí llevaba una camiseta negra y los mismos jeans de anoche y zapatillas, Emma le había pedido a uno de los chicos que le comprara algo de ropa a Leo. Emma rió ante la reacción de su mano derecha.-Te advertí que podía pasar - dijo Emma antes de volver a su café. Sophie soltó un suspiro resignada.&
Dentro de la Casa Leonardo no se había Movido del enorme ventanal siquiera un segundo, veía a SU luna hablar ahora con sus hombres, dando algunas indicaciones. -Roy.- llamó Leo quien se había puesto sumamente nervioso e inquieto y ahora que fijaba su atención en su alpha y podía sentir el aroma que comenzaba a emanar de él muy… muy.. despacio entendió por qué …m****a … pensó el beta dando un par de pasos atrás, el aroma posesivo del alpha lo golpeaba con fuerza haciéndole retroceder. -Si alpha…- contestó sin esforzarse por ocultar el título, no podía, la jerarquía en la manada era una de sus fuerzas de unión y en aquellos segundos dónde su líder entraba en la fase de apareamiento cualquier macho no emparejado a la redonda era una amenaza, este no iba a reconocer a su beta ni a un humano. Necesitaba completar el vínculo de apareamiento y correría sangre de quién se atreviera a interrumpirlos. Sop
Diez horas después Leonardo se dió cuenta a través del vínculo que su Luna estaba pronta a despertar, la dejo en la cama para bajar al primer piso y llegar a la cocina, no le sorprendió que Emma despertara después de tan poco rato, su Luna, humana y mortal era una guerrera, probablemente tan fuerte y rápida como la mayoría de las lobas en su manada. Decidió no tentar a su suerte y prepararle una comida que sabía le gustaría, café y sándwich de mermelada de mora, había descubierto en el poco tiempo que había pasado con su Luna que Emma tenía una debilidad peligrosa con la mermelada de mora, de lo podía echar a absolutamente todo y para ella siempre significaría una mejora. En cuanto escucho el ritmo cambiante de su corazón mortal puso todo en una bandeja y lo llevó escaleras arriba, entró a la habitación en el momento
Emma estaba en la reposera en la playa frente al mar, una sombrilla de paja le hacía sombra mientras bebía una copa de vino blanco en un bikini color petróleo que dejaba muy poco a la imaginación, unas gafas de sol y su cabello caía suelto y rizado sobre sus hombros a su izquierda llegó Sophie en un traje de baño de una sola pieza con un escote hasta el ombligo y sin espalda, su largo cabellos castaño en una coleta, también usaba lentes de sol y andaba descalza, se recostó junto a Emma.-¿Vas a cazar al lobo? - preguntó Sophie señalando las varias armas que había dejado en la mesita entre ellas. -Por cierto ¿Dónde está?-¿Te lo dijo Roy?- preguntó Emma algo asombraba mirándole.- está cerca. - no sabía espec&ia