Sus duras palabras atravesaron mi ser creando la duda en mi interior, una parte de mi rechaza la idealización y mi idolatrara hacia Dios pero, la otra parte se aferraba a mis creencias porque, ¿si no creo en Dios quien me va a salvar?. Fui criada por las monjas del convento ya que mis padres habían muerto en un accidente dejándome huérfana y sin familiares, las hermanas se preocuparon por mi, me cuidaron y protegieron, me acogieron en sus creencias. Jamas había dudado de Dios pero, en estas circunstancia, las dudas carcomen mi débil ser. Padre, ¿en verdad eres único y omnipotente?Dejando de lado mis cuestionamientos, tomo el rostro de la malherida Nix y lo pongo en mis piernas no pudiendo hacer nada para ayudarla, o eso pensaba yo.
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