Despierto más dolorida de lo que estaba, ahora el dolor se concentra no sólo en mi cuello sino, también, en mis manos y pies.
--- Lo siento, no puedo sanarte porque estoy sin energía, además, las cadenas de plata me hacen mucho daño.
La loba habla en mi ser y es donde caigo en cuenta de la realidad. Gruesas cadenas que rodean mi piel me mantienen atada de pies y manos a una mugrienta pared.
Dios mío, ¿qué he hecho para merecer esto?. ¿Acaso mi devoción no fue recibida con gracia por ti?.
Escucho pesados pasos acercándose, mi corazón se agita presintiendo los horrores que me acechan. La puerta se abre y entra un ser que infunde terror, su piel blanca es manchada por la tinta de un sinfín de símbolos que no reconozco.
--- La Luna de Athan a mi disposición. --- murmura con elegancia. --- Una sátira ironía de la vida.
Una sonrisa malévola se instala en su rostro delatando sus intenciones.
--- Matame y acaba con esto. --- replico ofendida por su cinismo frente a mi situación.
--- Oh querida Luna. --- saborea ese "apodo" que me han puesto desde que esos seres me trajeron acá. --- Me temo que primero tu tendrás que pagar las crueles deudas de tu mate.
--- Yo no soy nada de esa bestia. --- murmuro con tono ácido y la loba se revuelca de dolor dentro de mí. --- Así que acaba conmigo de una buena vez.
--- Acabaré contigo, de eso no hay duda pero, como aprenderás, me gustan las cosas lentas y trágicas.
Iba a replicar pero empiezo a sentir un terrible dolor que me hace gritar con todos mis fuerzas, siento como si mis órganos fueran extirpados por dentro provocandome un dolor infernal y, es ahí, en la agonía de mis gritos donde veo los ojos de este ser, negros, completamente negros.
--- Pa... ra. Por... favor.--- ruego entre gritos y llanto.
--- Para que se veas que dentro de mí hay misericordia, hoy no te haré nada más. --- murmura con fingida amabilidad. --- Mañana será otro día.
Cuando sale de la celda el dolor desaparece por completo y el miedo da paso a el terror.
Dios, ¿qué será de mí?
Empiezo mis oraciones rogando por clemencia a Dios pero, dentro de mi empiezo a perder la fe en él. ¿Por qué permite que hagan de mí esto?.
Un nuevo sentimiento ajeno a mi se instala en mi pecho, preocupación.
--- Es de nuestro mate, él está preocupado por nosotras.
--- Me importa poco lo que sienta esa bestia. Por su culpa estamos acá.
Me paso el tiempo haciendo uso de la fe que queda en mí rogando por piedad a Dios. El sueño y mis heridas me vencen mandándome al limbo de los sueños donde mis peores pesadillas atacan mi tranquilidad.
El sonido errático de la reja siendo abierta me despierta, él ser vuelve a aparecer y está vez trae un maletín en su mano izquierda.
--- Hoy vamos a practicar el arte de la agonía, mi estimada Luna. Espero que tu mate no se incomode mucho con tu dolor.--- Tras decir eso sonríe mostrando su perfecta dentadura donde sobresalen unos colmillos puntiagudos que terminan en un color negruzco.
¿La bestia siente lo que siento?
--- Sí, como nosotras sentimos lo que él siente. --- Contesta la loba.
--- Bien, comencemos.
Saca unas pinzas plateadas del maletín y se acerca con calma.
--- Los Licántropos tienen zonas del cuerpo que se recuperan más lento que otras. --- empieza a decir con burlesco tono --- Los órganos que conllevan la agudización de sus sentidos son ágiles en sanar pero, aquellos que que cumplen funciones básicas para cualquier ser viviente normal son los que tardan más en sanar.
El ser se arrodilla para quedar a mi altura y cuando menos lo espero clava las hojas de las pinzas en mi costado derecho justo debajo de mis costillas donde, muy seguramente, esta ubicado mi hígado. Grite del dolor, no solo sentía el dolor de la intromisión a mi cuerpo sino, también, sentía mi carne arder y espumear alrededor de las pinzas.
--- El hígado no suele curarse rápido y menos cuando es la plata quien lo hiere. --- se burla mientras forcejeo para librarme de esa agonía pero, la fuerza que tiene este monstruo es demasiado comparada con la mía. Entre llanto y gritos pedía por piedad, por clemencia pero él solo me contestaba con morbosas miradas y carcajadas espeluznantes.
Me desgarre la voz gritando pero eso no funcionó, al contrario, removía más las pinzas para que el dolor y el ardor fueran peor. La oscuridad se apoderaba de mí por culpa de la agonía que sentía y, al parecer, él lo noto porque retiró la pinza.
--- Ahora, cuando la presa está débil, se atacan sus puntos débiles sin dejar que se desmaye porque no sería tan divertido. --- Apenas y logro enlazar las palabras en mi mente para comprender lo que dice.
Estoy tirada en el suelo inmóvil y presa del dolor, ya no grito, no porque no me duela sino, por el contrario, por que ya no sale de mi el sonido; me limito a llorar, ya ni rezo.
Siento como ese ser me voltea dejándome boca abajo llevándose quejidos roncos por el dolor que causa el movimiento. De un momento a otro siento como algo caliente impacta con mi espalda produciendo que un terrible ardor me recorra toda la espalda, hago toda la acción de gritar pero solo sale un sonido ronco que no expresar en ciencia cierta la agonía que siento en este momento.
--- Plata fundida, lo mejor para los lobos. --- siento sus pasos alejarse y el sonido de la reja siendo cerrada con llave me afirman que él a dejado la celda.
Lloro mares por el dolor, por la frustración, por la soledad y por la vida que perdí. Yo no pedí venir a este mundo de monstruos y bestias, yo fui obligada pero por lo visto este mundo me cobra mi permanencia acá.
Dolor, un sentimiento que nadie quiere en su vida pero, siempre encuentra la forma de entrar en ti reclamando tu existencia y poniéndote a merced de sus órdenes. Cuando era humana mi mayor dolor físico era atribuido a una leve torcedura de tobillo y hoy, acá en esta celda mugrienta y llena de voces agónicas silenciadas con el pasar del tiempo, consumida de agónico dolor reclamo a la muerte por no llevarme con ella.
La oscuridad reclama mi presencia y caigo en ella hasta que algo frío impacta contra mí despertándome y revolviéndome el dolor tanto físico como sentimental.
--- Mi estimada Luna, te presento a Aníbal. --- Él ser me señala a un hombre pálido y flacucho que me mira con burla a través de sus ojos rojos. --- El peor fin para un hombre lobo es la mordida que entierra el veneno de un vampiro en su sistema.
Cuando dijo eso mi corazón se exaltó y no, no fue por miedo sino, por el contrario, con emoción. Iba a sufrir mucho pero, por fin, podría morir.
El vampiro se acerca a mí a una velocidad impresionante y muerde mi cuello. Las conocidas convulsiones vuelve a mi iguales de dolorosas pero esta vez si se que acabaran de mi vida.
La oscuridad me reclama y ojala esta vez si sea para siempre.
Lo que yo no sabia era que la muerte no era una entidad terrorífica, por el contrario, es una presencia armónica y calmada que deslumbra paz y que, de vez en cuando, se deja poseer del placer de la diversión.
Quisiera sentir la paz de la muerte pero, por el contrario, siento una intranquilidad que delata la pelea que hay en mi interior. Abro los ojos y veo a mi alrededor dándome cuenta que estoy en una celda diferente, esta era más espaciosa y aterradora; cadenas colgaban de diferentes partes de las paredes, lo barrotes era mucho más gruesos y el óxido delataba los años que han resguardado a múltiples seres. Desorientada me levanto mientras mi lado racional busca algún indicio que me indique que estoy muerta, que es imposible que yo siga siendo parte de este mundo tan monstruoso.Dios, me has fallado.Siento un movimiento a mi izquierda y con el corazón en la mano volteo a ver llevándome la sorpresa de encontrar a una mujer entre las penumbras; aquella extra&n
Sus duras palabras atravesaron mi ser creando la duda en mi interior, una parte de mi rechaza la idealización y mi idolatrara hacia Dios pero, la otra parte se aferraba a mis creencias porque, ¿si no creo en Dios quien me va a salvar?. Fui criada por las monjas del convento ya que mis padres habían muerto en un accidente dejándome huérfana y sin familiares, las hermanas se preocuparon por mi, me cuidaron y protegieron, me acogieron en sus creencias. Jamas había dudado de Dios pero, en estas circunstancia, las dudas carcomen mi débil ser.Padre, ¿en verdad eres único y omnipotente?Dejando de lado mis cuestionamientos, tomo el rostro de la malherida Nix y lo pongo en mis piernas no pudiendo hacer nada para ayudarla, o eso pensaba yo.
Cuando era una mortal solía pensar que el tiempo era efímero, un afanoso empedernido que acosaba a quienes lo vivía a correr tratando de seguir su ritmo pero, ahora, en penumbras solo puedo pensar en que solo es un vejestorio que apenas y puede funcionar. Siento que estoy estancada en un bucle cruel y doloroso que aviva mis penas sin remordimiento.Como era de esperarse, aquella noche donde mi supuesto mate me traiciono generandome un dolor sobre otro dolor que me llevo directo a la inconsciencia, no morí y eso me lo hizo saber Amos, ese el el nombre de mi querido torturador personal, pues tiempo después vino y siguió mostrándome todo lo aprendido con sus anteriores experimentos. Para mala suerte mía mi ADN es muy adaptativo y ahora resulta que también soy una bruja. Amos estuvo ansioso un buen tiempo esper
Llegamos a una zona donde se podía ver mucha más claridad, por ende, nuestros ojos ardían aun más dejando escapar pequeñas lagrimas pero, aun así no podíamos ignorar aquel paisaje que denotaba serenidad en un mundo de horrores. Grandes arboles se ven rodeándonos mientras algunas extrañas aves de diversos colores entonan sus cantares a su libertad, esa misma que ahora se me es devuelta.--- Aquí es la frontera de las tierras demoníacas con la tierra de las brujas. --- Comento Alaya mientras se adelanta un paso y empieza a conjurar algo, cuando termino el claro paso a ser un busque de altos arboles que dejaban filtrar la claridad del día para alumbrar el pasto verde que recubre su suelo. --- Andando.Si rechistar seguimos a Alaya quien cam
--- ¡Ahora eres una bruja mi estimada Luna!.--- Grito Amos con euforia al ver mi ojos verdes. --- Y yo, yo te are la más poderosa de todas pero, para ello, debes aprender a dominar las múltiplesdebilidades de ellas.--- Comentomientras me mira con gran entusiasmo.Sin más y con alebosia, sale de la celda eufóricoy apurado, algo trama y eso me hiela la sangre.Padre, solo llévamecontigo--- Eso no es bueno. --- comenta la extraña y lastimada Nix. --- Siempre que se emociona suele volverse más sádico. --- La mire y vi como empalidecía tal vez por un viejo recuerdo.La reja me hizo v
---Mi estimada Luna, al parecer el fuego no es lo tuyo y eso me decepciona, ¿qué tan difícilpuede ser para un ser tan poderoso como tu dominar el fugo?. --- Amos estaba molesto, llevaba díasquemándomey aun no podíahacer nada con el fugo, mi cuerpo estaba devastado, tenia llagas por todo lado que intentaban sanar, mi pelo tambiénestaba quemado y a duras penas puedo mantener los ojos abiertos. Ya no puedo más.Las llagas de mi piel botan un liquido amarillento que confirma la infección en ellas, de hecho, he notado como Nix respira por la boca ignorando a su olfato pues, estoy segura que huelo a putrefacción.Siento como Amos toma mi rostro con fuerza llevándoseun quejido de mi
--- Mi estimada Luna, ¿cómo está el día de hoy? --- pregunta burlónAmos.Por mi parte solo tiriteo de la hipotermia, el desgraciado me metióen una compresa de metal llena de agua dejándomeinmovilizada en esta para, segúnel, de esta forma aprenda a controlar el agua pues hace un corto tiempo puede controlar algo de fuego así que sigue el agua.Mis dientes chocan violentamente y siento mi cuerpo entumecidoy arrugado , mi pulso es débil, tengo poca energíapues hace poco he vuelto a estar consciente, además, mi respiración es muy lenta causando que me faltara el aire y la razón se me nuble con inestables pensamientos.
Nix y yo estamos muy mal, el maldito de Amos está de mal humor y nos ha torturado a las dos hasta dejarnos en la inconsciencia, sumidas en nuestra propia miseria. El piso frió y rugoso me devuelve lentamente a mi realidad mientras los jadeos de dolor de Nix me dan a entender que tiene pesadillas. El sonido de la celda siendo abierta llama mi atención pues, seguro y es Amos con ganas de jodernos más. pero, no es así, ya que una exclamación bastante aguda resonópor el lugar dejándomesaber entre la penumbra de esta horrible celda que es una hembra joven quien esta dentro con nosotras.--- Por la Diosa. --- Cuando puedo enfocar mi ahora mejorada vista, descubro que la dueña de aquella voz es una niña quien no disimula el terror que le genera nuestro actual estado.<