Derek Meyer Desperte a mitad de la madrugada, saciado, pero sin saber exactamente en qué acababa de meterme. O si sabía, peor no quería admitirlo. Sin dudas la inseguridad se había convertido en parte de mi día a día. Contemplé extasiado cada detalle del rostro de mi bonita amante, de su cabello azabache enredado sobre la almohada, su cuerpo esbelto y hermoso. Era una pintura de la más extravagante calidad. La admiré en silencio, y seguía teniendo el mismo dilema de siempre, no sabía nada, absolutamente nada de ella. Cómo diablos podría interrogarla de su vida, si cuando la tenía en frente solo deseaba enterrarme en ella. No tenía idea de ningún detalle sobre Julie, Nada a excepción de que ella habia sido hecha para mi, moldeada a mi, perfecta para mi. Aún así no podía evitar sentirme culpable por Rocci, y apenado con Julie, ya que ella esperaría mucho más de mí de lo que podía dar ahora mismo. Le podía dar mi cuerpo, pero mi espíritu sin duda se sentiría culpable. No eran las
Leer más