Derek Meyer Me obligue a poner el auto en marcha. El pantalón me estaba estrangulando la prominente erección que latía en mi entrepierna. Era extraño todo lo que Julie me hacía sentir, aún así me negaba a pensar en amor. Mi mente solo repetía una palabra... PASIÓN. Por duro que parezca, era la pasión que me hacía sentir, lo que me había hecho conseguir su teléfono celular, y dar con su paradero. Así de simple y llanamente. Pasión animal, basada en instintos, desenfrenada y que saciaría esta noche, hasta librarme de los deseos contenidos. Me costó alejarme de ella y comenzar a alejarnos de allí, pero era apremiante desaparecer de allí antes de que Rocci o una de sus amigas nos vieran, o otra cualquier mirada indiscreta nos captara con un lente. Mire de reojo a mi acompañante y dese
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