Mientras que April sentía que su corazón se quería salir del pecho, Luca salía más rojo que un tomate, ninguno sabía qué les pasaba, sólo que algo mágico crecía entre ellos.April sabía que él era especial, además era guapo claro que lo era, sus ojos grises, su sonrisa, su cabello, su cuerpo, era bueno, amable, hasta podía jurar que era cariñoso, ¿porque no veía lo que era realmente? Ella poco a poco se lo haría ver. Deseaba con todo su corazón que amaneciera pronto, a partir del día siguiente pasaría todo el día con él. Por su lado Luca sabía que April era única, esa sonrisa lo desarmaba, sus ojos grises como el acero podía ver más de él que lo que había a simple vista, tenía un cuerpo escultural, sus pechos y su lindo trasero lo estaban volviendo loco y ni qué decir de sus labios, gruesos y con ese color tan natural, deseaba besarlo, pero no podía y no debía, ella seguramente solo lo vería como un amigo y nada más. Pero a pesar de eso ella l
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