Y de pronto ya no quiero que me den ningún masaje. No quiero que nadie me toque y lo único que quiero es hacerme una prueba en la que analicen mi sangre y que no haya probabilidad de que haya un error. Compré dos pruebas, ¿pero qué tan confiables son? No lo sé,, tal vez este resultado este mal y en serio quiero confiar que es así. Mi corazón late desbocado sintiéndose arañado, adolorido por lo que acabo de saber. Esta noticia es ridícula, ¿por qué hoy tuve que saberla? ¿Por qué este bebé no decidió mostrar síntomas unas semanas antes? Este bebé en serio está jugándome una mala broma.—Todavía no naces y ya me estás dando algunos problemas, bebé. Eso no es muy justo de tu parte, pero no voy a enojarme, en realidad estoy muy triste. —Hablo en voz baja y tranquila. —Ahora debemos de idear un plan para que puedas nacer, porque de otra forma tendré que hacer algo que no quiero. Pero no puedo arruinar las cosas con tus abuelos, ellos tienen puesta su fe en mi y tu llegada no creo que sea un
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